EL BOSQUE DE LOS HUMANOS

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Estamos rodeados de personas que cree que solo existen los hombre y mujeres, pero por más que buscamos referencia científica o biológica siempre llegamos a la misma conclusión. Solo existen hombre y mujeres, definidos por su aparato reproductor, sin embargo, hay muchas más personas que son más que eso, son lo que quieren ser y con eso son felices, o infelices, dependiendo de cómo se les ha tratado toda su vida. Lo que trato de decir es que tenemos aún una mente retrograda que solo piensa en biología o ciencia y no en los sentimientos, es por eso que los "distintos" siempre han sido segregados y lo que no es correcto se ha exiliado o peor aún, exterminado.

EL BOSQUE DE LOS HUMANOS

La nueva ley promulgada el 24 de diciembre del año 2055 había decidido que cada humano con el síndrome de la savia fuera enterrado en el desierto para que esperaran su muerte. Su mutación genética los hacia crecer como árboles, enraizándose en el lugar que los pillase.

Como explicaron, una extraña enfermedad hizo que decenas de personas comenzarán sufrir del síndrome de la savia, así lo llamaron. Sus piernas comenzaron a atrofiarse y su piel se convertía en madera, hasta raíces salían de ellas. Su sangre cambio de color rojo a un blanco viscoso, como la savia y finalmente comenzó a ser muy contagiosa al contacto.

La iglesia quiso matarlos a todos, obvio, siempre queriendo matar lo desconocido, pero gracias a las leyes de admitía esto no sucedió, pero sí ocurrió el exilio. El millar de personas ya no podía estar entre nosotros, así que en un sentido totalmente irónico los mandaron a morir al desierto, donde no tenían agua para poder subsistir.

Los primeros meses fueron de total acuerdo, pero gente como yo, no pudimos ver tanta crueldad con personas que ni siquiera habían hecho algún ilícito. Los enterraban hasta la cintura y encadenaban sus manos a ambos costados para que no tuvieran oportunidad de escapar. Otra vez la iglesia despreciaba y dejaba a su muerte a quienes no conocían o no habían escrituras de aquello.

Eso no nos importó. Con un grupo de amigos formamos a escondidas la comunión, nos encargábamos de llevar agua y alimento a los enterrados y así darle una muerte más digna. Mas, ellos no morían, solo consumían el agua y dejaban la comida. Lo raro era que no ocupaban las manos para tomar agua, sino que manejaban sus raices desde el subsuelo para consumirla.

No supimos lo que estábamos haciendo hasta que las primeras raíces salieron desde el suelo, las cerca de 500 personas que quedaban vivas, enterradas en un desierto, en un par de meses habían formado su propio ecosistema, se apareaban entre ellos y así formaron el gran bosque de humano, que más bien parecía una selva amazónica, pero en pleno desierto.

Por suerte para nosotros no nos hacían nada, éramos los únicos que podían entrar ahí, pero sabíamos que en cualquier momento estas mutaciones se cansarían de nosotros, de la crueldad de la humanidad y un día, súbitamente, sus raíces se salieron del suelo y comenzaron a caminar por el desierto.

¿Por qué? Nos preguntamos. Bueno, hubo alguien que pensó en grande, dijo en una entrevista a la televisión. Esta mujer, dueña de una gran corporación, taló arboles a destajo, para así llevarlos a otros lugares desérticos y así formar nuevos ecosistemas, pero más que ayudar a personas, explotaba a los mismos que alguna vez fueron exiliados y dejados a su muerte.

El rumbo que tomaron entonces, los que dejaron de estar enraizados, no lo quisieron decir, pero ya no querían compartir con los humanos pues las 200 hectáreas que lograron construir las comenzaron a talar. Es por eso que decidimos guardar el secreto con mis amigos. Juramos nunca decir a donde fueron, mas, nos apena que se hayan ido, ellos habían aportado al clima de nuestro pueblo, pues las lluvias eran más recurrentes y la sequía, por éste largo tiempo se había acabado. Pero nuevamente, la crueldad humana los había azotado.

No sé si será verdad, pero lo último que me dijo el jefe de la tribu ROOT, así se hacían llamar, me dejo en desvelo más de una noche. Dijo que ya era hora que la flora y fauna dejara de ser explotada.

Yo pienso que ellos se separaron, los que tenían branquias más desarrolladas, viajaron hacia alguna costa para comunicarse con los seres vivos marítimos, otros, lo hicieron con la fauna y flora terrestre. Pero como voy a saberlo.

Hoy desperté pues mi madre aterrada me despertó y encendió el televisor. Dijo que los animales de la reserva nacional más grande de áfrica comenzaron a matar a las personas.

No me sorprendí, es más,me alivié, de saber que finalmente ellos se estaban revelando, después detantos años de injusticia, de tortura, de muerte. Espero que se acuerden de míy de mis amigos cuando lleguen por acá. Los estaré esperando con una jarra bienhelada de limona

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