En otra vida

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Estaban recostadas en aquel hermoso jardín tomadas de la mano, era una tarde maravillosa, Defne se levantó y se sentó para revisar su celular, tenía algunos mensajes no tan importantes, su hermana se había quedado con sus hijos y Ekrem había vuelto a Estambul para estar con ellos y conocer a su hija.

Bahar se levantó y le sonrió —¿Qué sigue? — le pregunto a Defne con una sonrisa.

Defne la miro seria —Bueno, supongo que debemos comenzar de nuevo— respondió con tranquilidad.

Bahar la miro atenta —Defne, me gustaría saltarme toda esta parte del noviazgo, ya nos conocemos demasiado bien, hace tiempo estuvimos comprometidas, te parece si esta vez retomamos desde ahí— dijo con tranquilidad.

Defne la miro con una sonrisa —Me encantaría — dijo con tranquilidad.

—Solo tenemos un problema— dijo con seriedad.

Defne la miro preocupada —¿Qué problema? — pregunto con tranquilidad.

—Hace unos tres meses me acosté con mi amigo Burak— dijo con seriedad.

Defne la miro y sonrió —No estábamos juntas así que por mí no hay problema en tanto no pase mientras estemos juntas— dijo con tranquilidad.

Bahar le sonrió —Gracias y créeme no volverá a pasar, aquello fue un accidente, tuvimos una fiesta por los tratos hechos con su empresa y tome un poco demás estaba indecisa y creí que no volvería a estar contigo y eso mezclado fue una muy mala idea, al despertar ambos nos dijimos que solo fue esa noche— dijo con seriedad.

—No tienes nada que explicar, sé que algunas veces cometemos errores, además yo cometí el mismo error, por eso terminé embarazada de Mihrimah— dijo con tranquilidad.

—Bueno, el problema no es mi amigo o que me acostase con él, el problema es que...— se quedó en silencio un momento.

Pero no hizo falta que lo dijera por que Defne le sonrió —Lo sé, se nota en tu mirada— dijo con tranquilidad.

—Defne si es un problema, dime como cuidaremos de cinco niños— dijo con tranquilidad.

Defne le sonrió, pero después se quedó pensando un momento —¿Cinco? — pregunto.

Bahar sonrió —Resulta que no están del todo seguros ahora, pero puede que sean dos bebes— dijo con una sonrisa.

Defne la tomo de la mano —Ya veremos, mantenerlos no será problema, tú y yo tenemos empresas, es claro que podremos mantenerlos, al ser las jefas podemos pedir dos días de descanso para dedicarlos a ellos, además no tendrás que casarte con él, si no conmigo— dijo con una sonrisa y la beso.

—Buena idea, también tomaremos al menos una o dos horas de almuerzo — dijo con una sonrisa.

—¿No es mucho tiempo? — pregunto un poco confundida.

—Depende— dijo con tranquilidad y se acercó para besarla y luego le hablo al oído —Depende si lo único que quieres hacer es comer— dijo con picardía y Defne le entendía perfecto lo cual la hizo reír.

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Después de ese momento se fueron de regreso a casa, Bahar entro a la casa de Defne y la examino con la mirada —Es linda— dijo con una sonrisa.

—Si, mi hermana Zeinep insistió en que necesitaba una casa grande, empiezo a creer que presentía algo— dijo con una sonrisa.

—Seamos sinceras Defne Hürrem, no es que estés acostumbrada a tener una familia pequeña, ¿Debo recordarte cuantos hijos le diste a Süleyman? — dijo en tono de burla.