En otra vida

XII

Defne miro a Bahar, quito la mano de su pierna y se levantó del sofá—No cambiare de opinión, ya di a luz a tres hijos— dijo con tranquilidad, pero mirada un poco seria.

Bahar la miro con una sonrisa —Por favor, diste a luz a tres hijos de Ekrem, ¿Acaso no quieres uno completamente nuestro? — pregunto con tranquilidad.

Defne la miro de una manera que no hubiese esperado, estaba molesta en realidad —NO—dijo decidida y subió a su habitación.

Bahar la miro confundida, no habría esperado una reacción tan dura de su parte, siguió un momento con sus hijos y vio a Defne bajar con su bolso y salir de la casa sin siquiera despedirse o decirle que llegaría en un momento.

Bahar tomo su teléfono y comenzó a marcar, pero el teléfono la envió directamente al buzón, no entendía que había pasado, realmente este tema la había molestado, decidió esperar a que llegara y mientras tanto hablar con la pequeña Mihrimah para evitar que volvieran a tocar el tema por el momento.

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Defne llego a un lugar que parecía no muy concurrido, había conducido durante casi dos horas para llegar aquel lugar, bajo con unas flores, camino hasta llegar a las puertas del lugar, el hombre que le abrió la saludo con una simple sonrisa.

Defne siguió su camino entre los pequeños pasillos por los que se veían las tumbas de mucha gente que ya no estaba en este mundo, se acercó a una en especial, se acercó un poco y luego puso las flores que traía sobre un pequeño florero.

Miro la inscripción en aquella piedra "Madre e hijo, Allah los recibirá en su reino" el nombre en la piedra era Zehra Balkan, con ella estaba el nombre que pertenecería a su hijo. Defne suspiro, en ambas vidas perdió una hermana, era doloroso y quizás jamás podría superarlo.

Miro aquella tumba con lágrimas comenzando a formarse en sus ojos, dejo un pequeño peluche y luego puso un anillo y sonrió —Hoy seria tu cumpleaños hermana, ojalá pudiese celebrarte, teníamos la misma edad, no merecías irte— dijo con tristeza.

—Tampoco aquel pequeño ángel, pero Allah tiene planes para todos— dijo Zeinep detrás de Defne.

Defne se levantó y limpio sus lágrimas —¿Qué haces aquí Zeinep? — pregunto con seriedad.

Zeinep la miro con tranquilidad y puso su mano en su hombro, —Bahar me llamo, sé que discutiste con ella y supuse que estarías aquí— dijo con una sonrisa cálida.

Defne la miro y sus lágrimas cayeron por sus mejillas, Zeinep la abrazo con calidez, aun podía recordar aquel día, fue doloroso para ambas, si Bahar hubiese llamado a Elif o Ferat no hubiesen sabido donde estaba.

Después de que se calmó un poco se despidió de la tumba y subieron al auto, Zeinep conduciría y le pidió a su chófer que las siguiera, llegaron a una hermosa casa llena de flores, no habitaba nadie en ella, pero estaba cuidada.

Entraron con tranquilidad y los retratos de una hermosa mujer estaban colgados sobre la pared, una hermosa joven de cabellos dorados y ojos jade, con una sonrisa deslumbrante.

—Jamás podremos curarnos de esa pérdida— dijo Zeinep tomando asiento en un sofá a lado de Defne.

Defne la miro con tranquilidad —Jamás— dijo reafirmando lo que ella menciono.

—Por qué no se lo cuentas a Bahar, se preocupó por que saliste sola y enojada— dijo con tranquilidad.

—No necesita saberlo— dijo con seriedad.