En otra vida

III

Aquella noche se unieron más que nunca, una tarde fueron de nuevo a aquel jardín donde su amor comenzó.

Estaba recostadas tal como la primera vez, con las manos entrelazadas.

Defne sonrió —Sabes Bahar algún día tú y yo visitaremos el Palacio que alguna vez fue la capital del imperio otomano, tengo mucha curiosidad y algo me dice que tengo que ir— dijo con tranquilidad.

Bahar sonrió también —A mí también, quizás nuestra vida pasada nos llama— dijo en tono de burla.

Ambas comenzaron a reír.

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Días después Bahar recogió a Defne de su casa.

—¿A dónde iremos? — pregunto con curiosidad.

Bahar la miro y sonrió —Sera una sorpresa— dijo con una sonrisa.

Durante todo el camino Bahar distrajo a Defne hasta que llegaron a un punto donde Bahar tomo una chalina de ceda y miro a Defne con una sonrisa.

—Es hora de la sorpresa, pero para eso necesitare vendarte los ojos, ¿Confías en mí? — dijo con seriedad.

Defne la miro divertida —Bueno, no puedes hacerme nada malo— dijo con una sonrisa y tono divertido.

Bahar comenzó a taparle los ojos y la tomo de la mano para ayudarla a bajar del coche, mientras caminaban con cuidado Defne pudo sentir el aire rosarle las mejillas.

Bahar tomaba una de sus manos y la otra estaba alrededor de su cintura, de esta manera podía detenerla si caía.

Cuando llegaron al lugar Bahar la soltó por un momento —¿Estas lista? — preguntó con tranquilidad.

Defne suspiro —Si— respondió con tranquilidad.

Bahar le quito la tela de los ojos y Defne sonrió al ver aquella mesa con adornos hermosos y bandejas con algunos bocadillos, lo mejor era que tenían a un lado el mar y podrían disfrutar de la brisa y de pasar un rato muy agradable.

Defne se sentó igual que Bahar —Gracias por esta sorpresa, me encanta— dijo con una sonrisa.

Bahar la miro con una sonrisa —Esto y más te mereces— dijo con una sonrisa.

Defne sonrió —Nos merecemos— dijo y ambas sonrieron.

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Después de haber comido un poco pusieron una manta sobre la arena y se recostaron para mirar el hermoso cielo —Jamás me cansare de estar a tu lado— dijo Defne con una sonrisa.

Bahar sonrió —Yo tampoco— respondió.

Defne la miro —Sabes, quizás sea demasiado cursi o precipitada pero no me imagino una vida sin ti— dijo con una sonrisa.

—En ese caso creo que ambas nos estamos precipitando porque yo tampoco imagino una vida sin ti— dijo con tranquilidad.

Defne le sonrió y la beso —Bueno, solo el destino sabe por qué camino nos llevara— dijo con una sonrisa.

Bahar se subió encima de Defne y la beso de forma apasionada, se acercó a su oído —Atrápame— dijo con tono divertido y se fue corriendo hacia el mar.

Defne se levantó rápidamente y la siguió.

Entraron al agua, Defne llego hasta Bahar y la tomo por la cintura, ella la miro fijamente y la beso de nuevo.