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Al llegar a casa Defne se encerró en su oficina y no vio a nadie.
Bahar espero a que saliera, pero no paso en ningún momento, Zeinep miro a Bahar con tranquilidad —Buscare a esa mujer y le pediré que me diga que podemos hacer para que las cosas se arreglen, ella debe saber que Defne sonrió no es culpable de nada y debemos saber qué fue lo que mi padre le dijo— dijo con tranquilidad.
Bahar la miro, pero no dijo nada, le preocupaba Defne.
—No tiene caso que te quedes, Defne no saldrá de esa oficina hasta mañana, créeme, soy su hermana y la conozco— dijo con tranquilidad.
Bahar se rehusó a irse y se quedó dormida en la sala.
Defne salió muy temprano, vio a Bahar y subió a su cuarto, se dio una ducha y se arregló, beso la mejilla de Bahar y se fue sin decirle nada, Zeinep había tenido razón.
Al salir de casa se encontró con Zeinep en la puerta esperándola —¿Qué haces aquí tan temprano? -pregunto Defne con seriedad.
Zeinep la miro —Soy tu hermana y he vivido muchos años a tu lado— dijo con una sonrisa.
—¿Y qué esperas que pase ahora? — preguntó confundida.
Zeinep le sonrió —Defne te conozco muy bien, sé que Bahar desde que era Mahidevran tenía algo que le faltaba, no era la malicia sino la astucia y la determinación, pero tu desde que eras Hürrem sacabas de quicio a todo el mundo y nunca dejabas que alguien te ganara la batalla, una vez te gane pero resulto que al final ganaste tú, ahora eres mi hermana y hare lo necesario por ayudarte, mi pasado como Sah quedo atrás, ahora mi deber es proteger a mi familia y si te conozco bien sé que estas a punto de hacer algo, así que iré contigo con o sin tu aprobación— dijo con una sonrisa.
Defne sonrió —Tienes un punto a favor— dijo y se acercó a ella para subirse al coche— Zeinep sonrió y se subió sabiendo que había ganado esta vez.
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—¿Y bien?, dime que planeas— dijo con tranquilidad.
Defne la miro —Tengo un amigo en la empresa de nuestro padre, apenas me enteré que en realidad investiga ciertos detalles sobre aquella empresa y sobre nuestro padre que podrían no ser de todo legales, no le dije nada entonces por que fue cuando nos separamos de nuestro padre y pensé que sería mejor no ayudar a nuestro padre, pero tampoco a mi amigo, pero creo que nuestro querido padre ha cambiado las reglas del juego—dijo con tranquilidad.
—Bien, si conseguimos algo bueno podríamos convencerlo de retirarse del juego e intentar repararlo, pero aún tenemos el problema de aquella mujer— dijo con seriedad.
Defne la miro —Quizás, pero sin mi padre de por medio quizás podamos llegar a un arreglo— dijo con tranquilidad.
