Jooheon observaba a su novio fregar los platos. Le había invitado a comer en su casa y el menor se había empeñado en que sería él quien lavaría los cacharros ya que el mayor se había encargado de la comida. Se quedó mirándolo: su espalda se estaba ensanchando gracias al ejercicio, sus brazos ganando musculatura y su trasero tan suculento como siempre. Se relamió ante aquella imagen. Había algo en Changkyun que había cambiado, estaba más atractivo que nunca, y eso era porque había ganado seguridad en si mismo. Le encantaba hacer sonrojar al de cabellos claros con sus coqueteos, pero le ponía duro el Changkyun confiado y sexy. Se levantó del sofá y caminó silencioso hasta su novio, quien tarareaba en voz baja mientras enjuagaba la olla. Lo abrazó por la espalda, y este dio un respingo.
- No te esperaba- se giró para dedicarle una sonrisa, momento que el pelinegro aprovechó para darle un beso.
-¿Te queda mucho? Me aburro.
- Ya casi estoy- Jooheon se separó un poco para echar un vistazo a su objeto de deseo. Las palmas de sus manos se posaron en los glúteos del menor, abarcándolos para masajearlos, apretando ligeramente para estimular al otro. Volvió a pegar su pecho contra la espalda del de cabellos claros, y pasó su nariz por el cuello y nuca de este para embriagarse con su olor. Changkyun echó la cabeza hacia atrás soltando un suspiro divertido.
- Honey, déjame terminar con esto.
- ¿Qué pasa si no te dejo?- cuestionó en un susurro grave. Sus manos se posaron en la cintura de su novio, y comenzó un suave balanceo empujando al otro contra el borde del fregadero. - No sabes lo caliente que me tienes.
- Me hago una idea- empujó su trasero hacia atrás tratando de apartarlo, pero lo único que consiguió fue sacarle un gruñido.
Las manos del pelinegro se colaron bajo la camiseta del más bajo y acarició los aros metálicos que adornaban los pezones de este, endureciéndolos. Changkyun trataba de mostrarse impasible ante aquellas caricias, tratando de terminar de enjuagar los platos que quedaban. Los labios de Jooheon se posaron en su cuello, repartiendo besos tan suaves que apenas se podía apreciar el roce. Sentía la fuerte respiración del mayor cerca de su oído, y su vello se erizó. Su cuerpo le pedía rendirse a aquella invitación, pero su ansiedad le impedía dejar una tarea a medias.
- Eres tan sexy- sonrió al escuchar aquello- Changkyun, quiero hacerte mío.
Sus pantalones y ropa interior fueron bajados lo justo para que sus nalgas quedaran expuestas.
- ¿Tan ansioso estás que no puedes esperar un par de minutos?- aunque trató de sonar calmado, de sus manos resbalaron los cubiertos. Trató de darse prisa en su tarea, a esas alturas ya cargaba una semi erección que le nublaba la mente.
Jooheon rió contra su oído, y trató de llevarlo más al límite. Talló con el índice la separación de sus nalgas, su boca lamiendo el lóbulo de la oreja jugueteando con su piercing.
- Hace mucho que no te someto- su voz sonó ronca de solo pensarlo.
- Quien te ha dicho que me vaya a dejar dar por el culo- se burló el menor.- Parece que últimamente le has tomado el gusto a ser el que recibe.
El dedo que lo tentaba fue sustituido por el glande húmedo del pelinegro. No pudo evitar jadear de anticipación, sus manos temblaban bajo el agua.
- Podrías disimular mejor que no lo estás deseando- talló con su pene la entrada del más bajo, que palpitaba pidiendo ser llenado. Llevó su mano izquierda a la erección del menor, sobándola sin llegar a masturbarle. - Te follaría ahora mismo, pero quiero jugar contigo.
El último vaso fue colocado en el escurreplatos. Giró su cuerpo, quedando frente al mayor. Estaban tan juntos que sus respiraciones se mezclaban. Con las manos en alto para no mojar al pelinegro, cerró los ojos y lo besó suavemente. A pesar de estar caliente como el infierno le gustaba la sensación de los esponjosos labios de Jooheon presionando los suyos sin prisa. Sus caderas se buscaron, quedando sus erecciones pegadas.
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30 Days of Smut (JooKyun)
RomanceChangkyun y Jooheon habían sido los mejores amigos por años pero, tras cuatro meses de incesantes coqueteos, comienzan a salir. Sin embargo, por culpa de la universidad apenas tienen tiempo para tener intimidad de pareja. Aunque eso cambiará con la...