Day 19: Mordidas

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Jooheon observaba a su novio quien recogía los apuntes del escritorio. Llevaban toda la tarde haciendo trabajos, ya que el final del curso se acercaba. Desde aquel día en el baño del cine no habían podido intimar, y no se había dado cuenta de lo mucho que lo necesitaba hasta que vio como Changkyun estiraba los brazos provocando que su camiseta se alzara dejando su estómago moreno al descubierto. Con solo eso ya estaba deseoso de más. El menor ni siquiera era consciente de que estaba siendo inspeccionado, se sentía demasiado cansado como para darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor. El pelinegro lo abrazó por la espalda, depositando la barbilla en su hombro, y sus brazos rodeando el estómago del otro.

-Aún es temprano, puedes quedarte un poco más.

Changkyun echó la cabeza hacia atrás, gesto que aprovechó el mayor para besar el lunar de su cuello.

-Estoy cansado, Honey.

-Puedes quedarte a dormir.

El de cabellos claros le regaló una sonrisa melosa y un beso en la mejilla.

-No puedes estar sin mí.

-Sabes que no, bonito. Me gusta hacerte la cucharita.

-En serio, ¿no les molestará a tus compañeros? Estoy más aquí que en mi apartamento.

-Hoy es Martes, seguro que salen a beber hasta tarde.

-No me vas a dejar ir tan fácilmente, ¿verdad?- rió ante la negativa del mayor- Tampoco tengo fuerzas para nada así que, me quedo.

-¿Una cerveza?

-Pero solo una, no quiero ir a clase con resaca.

Changkyun se dejó caer en el sofá, se sentía realmente cansado. Sonrió agradecido al ver la lata frente a sus ojos, y estiró las piernas encima de las de Jooheon.

Hicieron zapping hasta que dieron con un programa de humor; entretenido y no les haría pensar. Trascurrieron un par de horas de holgazanería y caricias lánguidas. Cambiaban de postura a cada rato para acomodarse mejor y, en una de esas, Jooheon aprovechó para morder superficialmente el hombro del menor. Este lo observó extrañado, recibiendo otra mordida esta vez en el cuello.

-¿Quieres que siga?-ronroneó en su oído.

-Hazme lo que quieras.

Esas palabras fueron claves para que el mayor sintiera un fuego interno que le hacía respirar fuerte.

-¿Estás seguro de lo que dices?- preguntó clavando sus oscurecidas pupilas en las del menor.

Realmente el de cabellos claros no había dado importancia a aquella frase hasta ver la reacción que había provocado en su novio. El Jooheon más dominante por fin daba la cara, y estaba dispuesto a aprovecharlo. Se incorporó para que sus rostros quedaran a la misma altura, y pasó su lengua por los labios del mayor.

-He dicho lo que quieras- dijo con especial énfasis en "lo que quieras".

Jooheon profirió un gruñido para tratar de tranquilizarse. Echó una ojeada de arriba abajo al menor, y decidió que le sobraba la ropa.

-Vas a ir a la habitación y espero verte desnudo cuando llegue. Si no lo haces, atente a las consecuencias.- Changkyun le dio un retadora mirada. Él era de los sumisos traviesos, de esos que les encanta desobedecer para hacer que el amo pierda los nervios. Pero por ahora haría caso. Se levantó del sofá contoneando las caderas, que fueron agarradas con dureza recibiendo un mordisco en el culo, lo suficientemente fuerte como para notarlo a pesar de la ropa.-En cuanto entres a esa habitación vas a perder el privilegio de llamarme por mi nombre. A partir de ahora seremos amo y sumiso. ¿Alguna práctica que te niegues a hacer?

30 Days of Smut (JooKyun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora