Jooheon tenía fuertes conflictos consigo mismo cuando de ser sumiso se trataba. Por un lado ansiaba que el de cabellos violeta lo hiciera suyo pero, por otro, temía que si le cedía el poder a Changkyun ya no podría llevar a cabo sus fantasías porque no le tomaría en serio en su papel dominante. Después de casi un año de relación y haber probado cosas que ni se imaginaba, estaba decidido: quería darle ese privilegio al más joven. Este le había ido mostrando con cariño lo excitante que puede llegar a ser el ceder el control y, aunque disfrutaba de ser penetrado, hasta ahora no se había permitido a si mismo ponerse en un rol sumiso. Confiaba en Changkyun, sabía que era un amante que se preocupaba por su placer cada vez que tomaba el mando, pero no terminaba de visualizar a su mejor amigo siendo quien lo sometiera. Pero, si debía ser alguien, qué mejor que él para ser la primera persona con la que invertiría roles.
Es por eso que se encontraba en el baño de su habitación metiéndose por el culo unas bolas anales que había comprado. No era el único juguete sexual que se había animado a adquirir, y estaba deseando de probarlos con su pareja. Quizás era muy optimista por su parte el pensar que con tan solo proponerle que fuese su sumiso este aceptaría encantado y lo poseería sin contemplaciones: aunque, si se daba el caso, mejor estar previamente dilatado. No podía esperar para tener al de cabellos violeta usándolo. Porque si, llevaba un tiempo tocándose con la sola idea de sentirse usado y dejarse hacer, rindiéndose al placer sin contenciones. Había estado mirando vídeos de esa temática y, mientras más investigaba, más ganas tenía de entregarse a Changkyun. Se subió los pantalones militares y se miró en el espejo del baño comprobando que estaba presentable.
El trayecto en bus había sido incómodo. Sentía las bolas dentro y, con cada sacudida del vehículo, una corriente de excitación lo sacudía. Cuando se bajó en la parada correspondiente, se miró con discreción en un escaparate para asegurarse de que no andaba raro. Una mezcla de morbo y vergüenza le acompañó lo que quedaba de trayecto, y su polla no tardó en reaccionar cuando su novio le abrió la puerta de su casa. El más joven vestía una camisa de cuadros y pantalones anchos; su pelo semilargo recogido y sus gafas de vista puestas ya que estaría estudiando. Su cara debió de ser épica porque Changkyun alzó una ceja y pasó su lengua por la comisura de sus labios.
- ¿Qué me miras así?- preguntó divertido.
Jooheon tragó saliva intentando recomponerse. Sonrió encantadoramente mostrando sus hoyuelos y depositó un beso en sus labios.
- ¿Estabas estudiando?
- Quería aprovechar de mientras. Como siempre llegas tarde...
- Esta vez tengo excusa: he traído cerveza- dijo, mostrando la bolsa del ultramarinos.
- ¡No me digas que te has traído los apuntes para repasar! -Changkyun señaló sorprendido la mochila que cargaba el mayor, aunque este negó bajo el pretexto "es el pijama y el cepillo de dientes". El pelinegro miró a su alrededor para cerciorarse de que estaban a solas tal y como el menor le había prometido.- Estos no están, han salido con Shownu y Kihyun. Recuerda que te prometí un viernes como los de antes: cerveza y película.
Changkyun no sabía qué era pero al mayor le ocurría algo. Estaba más callado de lo normal y parecía nervioso. Sabía que tarde o temprano se lo terminaría diciendo así que no le dio importancia. Aunque tiempo atrás le hubiera comido la ansiedad, ya no lo dominaba. Fue a su habitación a recoger mientras que el pelinegro metía las cervezas en la nevera y vinculaba su computadora a la televisión del salón. Jooheon se asomó por el marco de la puerta y le sonrió.
- Hoy elijo yo la película.
El menor aceptó sin más, no tenía ganas de pasarse tres cuartos de hora buscando la película perfecta para que al final no la terminaran de ver. Suponiendo que se trataría de alguna película sobre algún artista Hip-Hop de los que le gustaba a Jooheon, tomó un par de cervezas y se dejó caer en el sofá junto a su novio.
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30 Days of Smut (JooKyun)
RomanceChangkyun y Jooheon habían sido los mejores amigos por años pero, tras cuatro meses de incesantes coqueteos, comienzan a salir. Sin embargo, por culpa de la universidad apenas tienen tiempo para tener intimidad de pareja. Aunque eso cambiará con la...