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24. Malos sueños

Capítulo XXIV

Malos sueños

Cuarto capítulo: "El círculo del mal".

Flaqueo un poco porque no me siento tan convencida ahora de lanzarme a la lectura de un capítulo con semejante nombre a tan altas horas de la noche, pero creo que, si lo que quiero es pensar en otra cosa, con esto lo lograré.

Mis ojos recorren la redacción de la primera y segunda página. Una extendida, pero detallada explicación acerca de cómo ciertas entidades siniestras, no físicas, tienen bajo su control a ciertos grupos de personas. La cosa va así:

Mediante diversas tácticas que pasan desapercibidas y que son completamente normales a los ojos de muchos, controlan sociedades enteras para beneficios propios y, consecuentemente, la de sus predecesores.

Algunas de las citas que más llaman mi atención:

"Las sombras intervienen causando polaridad entre las naciones, conllevándolas a guerras disfrazadas de soluciones. Algunos líderes conocen la verdad, pero no osan en revelarla debido a que el estatus dentro de la jerarquía que ocupa depende de ello".

"El plan siempre ha residido en que ningún individuo de nuestra especie tenga acceso al poder que habita dentro del ser interior. Este último ha sido disfrazado, desconectado, corrompido y olvidado, hasta el punto de no creerse capaz ni merecedor de su propia deidad".

"Muchas de las tácticas del pasado empleadas por Las sombras han cambiado ahora, pero se sabe que su mejor arma siempre ha sido y será el de infundir el miedo a través de la psique"

"Debemos saber y nunca olvidar que Las sombras son sirvientes de los Detrectabos".

—¿Los qué?

Quedo timbrada al leer la extraña palabra, y por algún motivo se me eriza toda la piel. Por otro lado, el libro dicta que estas entidades no físicas llamadas "Los Detrectabos" se alimentan directamente de Personas.

¿Dice aquí que se alimentan de personas? O sea, ¿De personas, personas? Trago saliva. ¿Se alimentan de gente?

"Su supervivencia está estrechamente relacionada con el sufrimiento emocional colectivo. El terror infundido de estos demonios que se instaura en la mente de la humanidad es saboreado por su insaciable avaricia. Pueden lograr lo que sea que esté a su alcance con la finalidad de nublar los pensamientos de sus víctimas". "Tal parece que el régimen del Círculo del mal se ha venido aplicando desde hace eones, casi desde el inicio de nuestros tiempos, y que dichas entidades se mantienen viviendo cautivas tanto en el principio como hasta el sol de nuestros días".

Me sobresalto con un ruido que sale de la boquilla del aire acondicionado. Soy consciente de que estoy respirando de manera agitada y de que el corazón me late deprisa.

Apago el aire y bebo agua. Cierro el libro y lo meto debajo de las sábanas poniéndole dos cojines encima.

En otros tiempos estos temas eran una especie de éxtasis para mí. Donde habían películas de terror, cuentos de miedo y libros de misterio ahí estaba yo. Los cuentos de alienígenas o de espectros eran mis favoritos, y las casas de terror o lo que sea que fuera que me mantuviera a la expectativa de un buen susto eran las primeras atracciones a las que me subía en los parques de diversión. Podía estar muriéndome de miedo, o tan acobardada que no sé cómo le hacía para terminar entrando, pero eso nunca evitó que siguiera yendo. Yenni y Marisol esperaban siempre afuera a que yo saliera, por supuesto. Si se trataba de una cinta cinematográfica se tapaban los ojos hasta que terminara. Me decían que era una masoquista. Todo eso cambió el día que dejé la casa de mis padres para venirme a estudiar aquí. Estando allá, en una casa llena de gente y con dos perros me sentía más que segura. Así pues, la primera noche que me tocó dormir aquí no fue fácil para mí. Por muchas noches me mantuve en vela recordando todas esas películas que vi, los libros que leí y las casas de terror a las que fui. Me propuse nunca tener que ver con nada de eso. Adopté a Amaranta para que me hiciera compañía y pude estar tranquila hasta... «Que me topé contigo», refunfuño mirando con un ojo desdeñoso la pila que armé encima del libro.