Capítulo VII
El club vip
Nunca pensé que pudiera existir un área vip del público tan adyacente a los artistas. Esto sin duda debe de ser un acto ilegal. Qué tal si a Ana o a cualquier otra persona se le ocurriera armar una embarazosa situación montándose ahí arriba. A cualquier mujer podría volársele los tapones y arrojarse a los brazos de los músicos. No es broma. Estamos en una discoteca. Aquí la gente ingiere lo que sea que se le atraviese por delante. La tarima no es tan alta y son cosas que indudablemente podrían suceder. Es bastante probable que alguien cometa locuras en momentos de delirios.
Recuerdo a Marisol haciéndolo con el cantante cuando éramos niñas, sólo que no fue al momento del concierto, sino después de que este finalizara. Y ella era tan sólo una cría para ese entonces.
De pronto me hago la escena en mi mente de Ana subiéndose para caerle besos a Aimé Cásares. Hasta yo misma pudiera hacerlo si fuera una de esas desquiciadas fanáticas irracionales. Me veo a mí misma trepar por el estrado y aferrarme al cuello del músico que tengo en frente. Lo miro... Lo beso... La gente de seguridad se viene en tromba al darse cuenta de lo que estoy haciendo e intentan separarme de él... Yo me resisto porque no quiero zafarme.
Sacudo la cabeza tachando la película ilusoria, tratando de evitar verle la cara de nuevo a ese músico.
¿Pero qué les pusieron a los cocteles? ¿El humo que sobrevuela en la atmósfera está alterado? ¿O es el patético efecto que segregan las fanáticas de un grupo de música rock?
El concierto dura un poco más de dos horas y se mantiene hasta el final con el mismo brío con el que comenzó. He cantado todas las canciones menos las tres últimas que supongo corresponden al nuevo álbum discográfico.
El espectáculo ha superado todas y cada una de las expectativas. Los artistas se despiden un par de veces antes de evaporarse de la vista de todos. El público les arroja ovaciones y aplausos en señal de agradecimiento y satisfacción. El ambiente se normaliza drásticamente con la reaparición de la luz rosa con blanco que parpadeaba al inicio cuando ingresamos a esta enorme ala. La canción Sugar de Maroon five empieza a tintinear.
La gente se ha puesto a bailar en la pista, otros ocupan sus sitios en el área de mesas detrás de las columnas romanas para descansar. Yo también quisiera sentarme un rato en una silla. Estoy muerta. Observo a un grupo exaltado de mujeres caminando hacia el final de la plaza y desplazarse luego por la derecha.
— ¡Ajjj! Qué bueno que estuvo ¿Qué tal te parecieron los nuevos integrantes de la banda? Aunque no te niego que sigo enamorada del cantante. Mi Aimé. ¡Jai! Es que no me puedo creer que vayamos a conocerlos —Ana empuña las manos y las eleva a lo alto como si acabara de ganarse un trofeo.
Nos dirigimos a los sanitarios para refrescarnos. Ana ha entrado al excusado, mientras voy abriendo el grifo para asearme las manos. Me miro al espejo examinando a la vez mis sensaciones. No estoy ebria, pero sí he empezado a sentir las secuelas que te deja el haber cogido bebida para abandonarla luego de pronto. Por supuesto, es ese horrendo y desagradable efecto llamado resaca.
Profiero una mueca de grima vislumbrando mi aspecto en la lámina del espejo que se encuentra salpicado por agua y algunas otras cosas más que no quiero saber qué son. Me atuso el pelo observándome más de cerca para comprender por qué demonios pareciera que se me notara más el maquillaje ahora que cuando salí de casa, y la razón es que lo cargo todo chorreado. Corro mis dedos por debajo de los ojos para limpiarlos. No sé quién me mandó a maquillarme como si fuera a acudir esta noche a una especie de fiesta gótica.
Tiro de una servilleta del dispensador para quitarme la pintura ya rancia de la boca. Saco de mi carterita el brillo sabor a frambuesa y me lo paso por los labios, hidratándolos. Ana tranca la puerta del baño con un pie.
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SPERO - Piso1 Cuerpo ✔
Storie d'amore🔷️ LIBRO 1 DE LA SAGA SPERO "El mundo no es realmente tal como se nos presenta ante nuestros ojos. Todos y cada uno de nosotros guardamos una divinidad enlazada con un gran poder, pero este se ve suprimido no sólo por creencias individuales y colec...