* CAPITULO 4 *

1.5K 160 79
                                    

El sol brillaba estando desde aquí arriba, el aire se sentía mejor en esta colina y así podía apreciar un poco más la vista del parque abandonado.

Luego de lo que ocurrió ayer, regresé a mi casa, con más dudas que respuestas y por eso estaba aquí. Ahora tenía más intriga sobre esa persona y su "magia".

- ¿Vieron ese parque cerrado en la colina del pueblo? Allí hay un mago.

-También supe de él. Oí que está loco.

Cuando corta a alguien al medio, lo corta de verdad y lo ensambla. Y en el acto de desaparición, la persona desaparece de verdad.

-No puede ser.

Era por eso que me encontraba aquí, unas compañeras del salón estuvieron hablando del mago y quería confirmar si era mentira o real, aunque a veces me daba miedo descubrir la verdad.

A lo lejos pude distinguir que el mago se encontraba abajo, me saludó muy alegremente mientras movía su sombrero para que lo viera.

¿Debería bajar?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Debería bajar?

Ya casi entraba la noche, así que podía pasar un rato más fuera de casa, total nadie me extrañaría.

Así que empecé a bajar para llegar hacia él.

Cuando por fin lo estuve, me dijo que lo esperara y que me sentara, así que hice caso, después de unos minutos regresó.

-Toma, bebe esto. -me extendió un vaso con café que había ido a traer. Lo tomé lentamente.

-Gracias. -murmuré.

- ¿Cómo está? -preguntó refiriéndose al café así que le di un sorbo y oculté mi cara de desagrado.

Estaba demasiado amargo, pero no podía decirlo, empecé a toser.

-Bueno ¿no? -me sonrió, empezó a caminar por la orilla de un pequeño muro, donde comenzó a jugar con su sombrero lanzándolo en el aire.

-Oiga señor, tengo una duda. -me animé a hablar.

- ¿Sí? -me prestó atención.

- ¿Cómo es que llegó a la colina ayer?

- ¿A la colina? -se quedó pensando. -Pediste ayuda. Con tu mente. Y yo pasaba por ahí, y te oí por casualidad.

Intenté analizar sus palabras, pero nada era coherente de su parte.

- ¿Y ese señor que me molestó?

- ¿Ese hombre? -empezó a bajar las gradas del muro para estar de nuevo a mi lado. -No sé. Me deshice de él, con magia.

- ¿Magia?

-La verdad es que solo quería asustarlo. Pero desapareció. -retrocedí tres pasos.

- ¿Y a dónde se fue?

SONATINE - RI EULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora