* CAPITULO 20 *

837 88 35
                                    

Los últimos días de primavera, cuando nevó mágicamente, se fueron y, poco a poco, me fui convirtiendo en adulta.

El tiempo había pasado rápido y lento a la vez. Algo imposible, pero que así sentía.

Había pasado ya un poco más de un año, un año donde varias cosas cambiaron. Me había armado de valor y decidí por fin salir de mi casa, sabía que iba a sufrir los primeros meses sin ningún tipo de trabajo, pero por fortuna Heejin me había apoyado en eso. Sung-eun se había alterado cuando le dije, pero al final me dijo que hiciera lo que quería, así que lo hice.

Me había quedado los primeros meses con Heejin en su casa, en su cuarto, pero de ahí, ambas decidimos que podíamos alquilar algún apartamento para nosotras dos, ya que yo no quería molestar a su familia con mi presencia.

Ella me decía que no había problema, pero al final accedió a rentar un apartamento para ambas, por fortuna, había encontrado el trabajo perfecto y aunque llevaba alrededor de dos meses, era increíble, lo disfrutaba mucho.

-Buenos días. -la voz de mi amiga me alejó de mis pensamientos.

-Buenos días -saludé. - ¿Irás con il-deung? -pregunté.

Ambos eran una pareja oficial, era de esperarse, pero por fin lo eran, ellos también habían atravesado varios obstáculos, ahora il-deung tenía un pequeño local donde enseñaba magia, pero también tenía un trabajo revisando trabajos de estudio, él no siguió la universidad.

Puede que él lo decida después, pero prefirió su paz mental.

-Sí, iré con él hoy, por cierto ¿Ya desayunaste?

-No... no tengo hambre -murmuré.

Y aunque las cosas mejoraran, no todo estaba bien conmigo.

Me costaba más dormir en las noches, no tenía hambre como siempre y siempre lloraba. Si, era un desastre.

Pero desde que Ri-eul se fue, todo cambió. Su recuerdo me dolía, a veces creía que él nunca había existido, pero cada vez que visitaba a Ah-yi y veía a Bella, sabía que todo lo que había vivido con él, había sido real.

Tan real que ahora era un recuerdo... un maldito recuerdo.

Ni siquiera pude decirle lo que sentía, quizá de eso me iba a arrepentir cada día, me dolía demasiado.

-Deberías comer algo, el invierno está de vuelta, hay que tener fuerzas. -me sonrió.

-Lo haré luego -aseguré. -Solo debo ir a un lado.

-Bien, si necesitas algo, me llamas, nos vemos luego, il-deung me está esperando. -sonrió y se despidió, yo le murmuré un leve, ten cuidado y luego se fue.

Debía ir al parque antes de mi otro trabajo, sí, tenía dos, trabajaba en una agencia de publicidad en mi horario normal y en mis días libres junto a Ah-yi íbamos a restaurantes a hacer shows de magia.

He escrito cartas con frecuencia, las colocaba en el buzón, teniendo la absurda idea de que pudiera funcionar, pero nunca tenía respuesta.

Me levanté del sofá de la sala y decidí ir a mi cuarto para empezar a arreglarme y así poder ir al parque.

🌟

El frío me envolvía, pero era algo soportable, la nieve pintaba un perfecto paisaje ante mi vista, era una época bonita.

Cuando llegué al parque me detuve unos minutos, tomando de nuevo el valor para adentrarme en él, siempre hacia lo mismo.

Me acerqué al buzón y lo admiré, lentamente empecé a colocar la carta que había escrito ayer en la noche.

SONATINE - RI EULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora