* CAPITULO 5 *

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No fue un sueño.

Sabía que lo que había pasado ayer había sido real, pero a mi mente le costaba mucho trabajo creerlo.

-Oye Hye-soo ¿estás bien?

- ¿Qué? -volteé a ver y era il-deung. -Estás muy pensativa.

-Sí, estoy bien. Solo pensaba. -me sonrió.

-Oye, puedes decirle a Heejin que pueda responder mis mensajes, no quiere responderme desde ayer.

-Tendrá alguna razón. -hablé.

-No me estás ayudando.

-Bien, cuando la vea le diré.

La campana sonó así que me despedí de il-deung y me dirigí al salón. Estando ya dentro me senté en mi lugar, Heejin ya se encontraba ahí, pero se veía más decaída que nunca.

-Oye ¿Está todo bien?

- ¿Qué? Oh, Hye-soo lo siento, no me di cuenta que ya estabas aquí.

-Tranquila no te preocupes. Oye, me encontré con il-deung afuera, me dijo que te dijera que respondieras sus mensajes. Se le veía algo afectado también.

-Gracias por el mensaje.

Luego il-deung apareció por la puerta del salón y observó a Heejin, quien se percató de que estaba ahí, pero apartó la mirada y se dedicó a sacar sus cuadernos, vaya... ¿Qué habrá ocurrido con estos dos?

-Vamos todos a sus lugares -el maestro ya había llegado. -Bien, Ha-yoon no vino a la reunión. ¿No está?

-No, no vino. -respondieron algunos compañeros.

-¿Está ausente sin aviso? Y eso que soy el decano de los estudiantes, que descarada.

El profesor no debería de hablar mal de sus estudiantes, no me agrada.

-Bueno, ya ha acabado el día, pueden retirarse.

-Gracias. -respondieron todos. Sí que pasó rápido el día.

🌟

"Bienvenidos a Magic Land"

Creo que se veía más tenebroso en la tarde que en la noche, me adentré en la casa que estaba en el parque.

Todo estaba oscuro y lleno de telarañas, pero la necesidad de encontrar al mago me ganó.

- ¿Cómo es posible que pueda vivir en un lugar así?

Encontré un andamio que no se veía para nada seguro y bajé las gradas.

- ¿Hola?

- ¿Hola? -respondieron

- ¿Hay alguien ahí? -volví a preguntar.

- ¿Hay alguien ahí?

Fruncí mi ceño.

- ¿Quién anda ahí? -me estaba asustando.

- ¿Quién anda ahí?

Distinguí una habitación con pocas luces y me adentré. Se veía un poco más limpio que el resto de los cuartos, pero igual el orden no era la especialidad del mago.

Al pasar el plástico que estaba colgando, me encontré con una jaula y dentro había una guacamaya roja. Al verme hizo su sonido de guacamayo.

- ¿Tu contestaste?

- ¿Qué? Si. -me respondió. Sonreí, era increíble como podían mencionar palabras.

-Hola -me acerqué. -Soy Hye-soo.

- ¿Y eso qué? -me reí. -Eres fea. -le sonreí.

-Gusto en conocerte. -y le saludé con mi mano.

- ¿Y? Eres fea.

-Oye si sigues diciendo eso, me lo creeré y me pondré triste. -le hablé.

Me di la vuelta.

-El desgraciado desapareció.

Me detuve, ¿Acaso hablaba del hombre que me atacó? Regresé a ver al ave.

- ¿El mago dijo eso? ¿Realmente desapareció?

-El desgraciado desapareció. ¡El desgraciado desapareció!

El ave empezó a repetir y repetir lo mismo, causándome un poco de miedo por lo cual decidí irme, mala idea haber venido.

Salí del parque y me dirigí a mi casa, tenía cosas que hacer.

🌟

- ¡Hye-Soo! Están tocando la puerta ve a abrir ahora.

Ya era noche y Sung-eun lamentablemente estaba en casa, así que tenía que hacer todo lo que me decía.

Salí de mi cuarto agarré un suéter ya que tenía frio y me lo puse, al parecer ella estaba en el cuarto de estudio, al menos no me iba a topar con su rostro.

El timbre volvió a sonar. Pero justo abrí la puerta y casi me desmayo del asombro de verle frente a mí y en mi casa.

-Hola -me sonrió como si todo en la vida fuera bueno.

- ¿Cómo? ¿Qué hace aquí?

-Tu casa es bonita. -habló viendo alrededor.

Antes de que Sung-eun viera de quien se trataba, salí y cerré la puerta.

-No debería de estar aquí señor.

-Ah ¿de verdad? -colocó su mano en su cuello, mostrando timidez. -Solo seguí el camino y llegué aquí.

- ¿Debo creer?

-De verdad, ni siquiera hice un hechizo.

- ¿Y no me siguió desde el parque de diversiones?

El volteó a ver a otro lado evitando mi mirada y se quedó callado.

-Eres inteligente. -mencionó.

-Por favor, váyase, no es bueno que este aquí, Sung-eun pude regañarme.

- ¿Debo irme ya?

-Si.

- ¡Hye-Soo! -gritaron desde dentro de la casa, empecé a ponerme nerviosa y temer porque ella saliera y nos encontrara.

-Señor, por favor, váyase y no nos veamos más. -le mencioné. Aunque me dolió mencionara esas palabras. Él no respondió y asintió con su cabeza.

-Está bien. Entonces -colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y con expresión triste mencionó. -Adiós. -y se fue.

Justo en el momento en que se fue, la puerta se abrió.

- ¿Por qué tardaste tanto?

Volteé a verle. Pero no podía hablar, sentía un nudo en mi garganta. Así que carraspeé.

-Estaban ofreciendo algo, pero les dije que no queríamos nada.

Ella tardó un rato en si creerme o no, pero no dijo nada y entró. Le seguí, cerré la puerta tras de mí y fui a mi habitación.

Cuando estuve al fin cerré todo y me recosté en mi cama.

"Adiós"

Era lo correcto, pero ¿Por qué sentía que no?

Sentí que una lagrima resbaló por mi rostro y la retiré. De la nada, solo sentí como se cerraron mis ojos y me dormí con el recuerdo de su sonrisa.

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Actualización, ya vamos avanzando un poco más en la serie, todo comienzo es lente, pero les prometo que habrá dama y romance jaja

Gracias por el apoyo ❤️

Nos vemos luego

SONATINE - RI EULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora