* CAPITULO 7 *

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Y aquí estaba, había decidido saber que era lo que el mago quería de mi o porque quería que viniera aquí.

La curiosidad me ganó y ahora estaba frente a él.

Quien me sonreía como si fuera la persona más feliz de verme.

- ¿Por qué me pone en una situación tan incómoda? -le pregunté. -Me van a malinterpretar por su culpa.

- ¿Te malinterpretan? ¿Y cómo te malinterpretan?

Tardé en responder.

- ¿Por qué diablos me está esperando? -susurré.

Él mago pensó un rato su respuesta.

- ¿Por qué? Es simple. -recostó su codo en la mesa y recostó su barbilla en su mano, y me observó. -Porque me gustas.

Me quedé en silencio, mi corazón empezó a latir más rápido de lo normal.

- ¿Qué dijo? -me atreví a preguntar de nuevo.

El mago se levantó de la silla y empezó a caminar hasta estar cerca de mí.

-Me gustas.

Me hice para atrás para estar lejos de él

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Me hice para atrás para estar lejos de él.

-No tengo tiempo para chistes señor.

-No es un chiste.

-Mi vida ya es un desastre, incluso sin que se entrometa.

-Te ayudaré. -pero me reí.

-¿Y cómo se supone que me va a ayudar? Es imposible. Solo si muero y vuelvo a nacer.

Se quedó callado.

-Solo quiero que este momento en el que no puedo controlar las cosas pase rápido. -bajé mi cabeza viendo al suelo. -Eso es lo que quiero ahora.

-Lo que necesitas es que alguien te escuche. -colocó su mano en mi mentón y lo levantó para que pudiera verle. -Te la pasas pensando, todo queda en tu mente y nunca lo dejas salir. Con razón el corazón te pesa cada vez más. ¿Me equivoco?

Retiré su mano de mi rostro y me di la vuelta con la intención de irme.

- ¿Quién quieres que sea? La persona con la que puedes abrirte. -me detuve. -Te la puedo enviar. -giré para verlo de nuevo.

- ¿A qué te refieres?

-Le escribes a alguien, en tu libreta. - ¿Cómo lo sabía?

Se acercó de nuevo a mi e hizo un movimiento raro con las manos.

-Oye dime si crees en la magia. -pronunció acercó su mano a mi cabeza, pero solo sacó algo detrás de mí y era mi libreta. Me asusté él no podía tener eso.

Intenté quitárselo, pero lo levantó para que yo no pudiera alcanzarlo, algo que le dio ventaja ya que era más alto que yo.

-Devuélvamela. ¿Qué hace? -me empecé a enojar. - ¡Devuélvame mi libreta! -bajó la mano y me acerqué más para poder quitársela, cuando lo hice boté un florero que tenía en la mesa, causando que el agua se regara por todo el rededor.

SONATINE - RI EULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora