* CAPITULO 10 *

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Su rostro estaba cerca del mío, mi respiración era irregular, estaba muy nerviosa.

-No te muevas... -me susurró. Me estaba limpiando la herida de mi labio, pero ardía mucho, siempre me quejaba. Luego de unos segundos me indicó que ya estaba todo limpió.

-Gracias –murmuré. –Perdón por haberle tratado informalmente antes, señor. –él se alejó un poco, dándonos un poco más de espacio mientras guardaba lo que ocupó para desinfectar mi herida.

-No me molestó, es mejor si me llamas Ri-Eul, señor es un poco anticuado –sonrió. - ¿Estás mejor? –preguntó.

Asentí levemente mientras jugaba con mis manos nerviosamente, mi mente no dejaba de repetir lo ocurrido, ahora no sabía qué hacer, no quería regresar a mi casa, pero tampoco tenía a donde ir.

- ¿Quieres hablar de lo que ocurrió? –se acercó un poco más luego de haber ordenado todo.

-No estoy tan segura...

- ¿Planeabas saltar? –se atrevió a preguntar.

Lo observé, veía que sus ojos estaban preocupados, pero había algo más en ellos que no lograba descifrar, como si fuera un recuerdo o algo por el estilo, pero negué respondiendo su pregunta. Regrese mi vista a mis manos.

-No fui capaz, aunque lo quisiera, no soy tan valiente. –respondí con un poco de pena a que juzgara lo que planeaba hacer.

-Fuiste valiente al no hacerlo. ¿Ocurrió algo en tu casa?

-Mi madrastra me pegó y me sacó de casa, estaba muy borracha, no sé qué ocurrió. Odio vivir ahí, pero no puedo hacer nada –susurré.

-Lo entiendo, pero prométeme que, aunque las cosas se vuelvan feas no intentaras hacer lo de hace rato. –asentí. –Recuerda que tienes a la magia y a mí para alegrarte –e hizo un movimiento con las manos como si fuera a hacer un truco de magia. Logró hacerme sonreír a pesar de las lágrimas que sentía se estaban acumulando en mis ojos.

-Ojalá fuera así de sencillo

-Lo será –me sonrió otra vez.

-Gracias –cambié de tema y señalé mi rostro.

-No es nada Hye-soo. –me empecé a sentir nerviosa. –Mencionaste que fue tu madrastra ¿y tu madre? –recordaba que él solo sabía lo de mi padre, o al menos lo insinuó, cuando ocurrió lo de mi libreta, así que decidí mencionárselo.

-Ella falleció cuando nací. Fuimos mi padre y yo durante mucho tiempo hasta que se casó con Sung-eun, mi madrastra –aclaré. –Pasamos poco tiempo felices, hasta que hubo un accidente, mi padre y yo tuvimos una pequeña discusión y luego de eso, pocos segundos después un camión impactó con nosotros, él me cubrió. –sentía que mis lágrimas caían. –Cuando nos llevaron al hospital, para él era muy tarde, pero yo logré salir a delante, era muy pequeña, fue hace muchos años.

Suspiré.

-Desde entonces Sung-eun me odia y me culpa por la muerte de él, también dijo que yo cause la muerte de mi madre y la verdad es que sí, es mi culpa. Todo lo es –sollocé. Lleve mis manos a mi rostro para ocultarlo y que así no se escucharan tanto mis sollozos, pero era inevitable.

Sentí como unos brazos me envolvían, sin pensar mucho, acepté el apoyo que me daba y correspondí el abrazo, inevitablemente sintiéndome más tranquila y más segura.

-Tú no tienes la culpa, es parte de la vida, vivir y morir, unos antes que otros. Él te cuido y no hubiera deseado que vivieras de esa manera, debes de recordarle con alegría y no tristeza. –habló para tranquilizarme y así fue, empezó a sobar mi cabello lentamente logrando al punto en que me quedé dormida.

🌟

Luego de lo que pasó hace una semana las cosas mejoraron un poco, Sung-eun había ido de viaje de negocios por bastante tiempo, así que estaba sola sin que nadie me molestara, cosa que agradecí.

Ri-eul me había ayudado mucho en estos pocos días, me hacia reir mas cuando estaba triste y aprendí más trucos de magia, era divertido practicarlos, lo único malo de todo es que me había dado cuenta que me ponía demasiado nerviosa a su lado, sin siquiera hacer nada, solo con sonreírme sentía que sufría un ataque al corazón.

A veces creía que me gustaba, pero no podía ser así, todo estaba en nuestra contra, pero, aun así, era feliz cada vez que le veía.

-Hoy tenemos compañía –habló. –El público aumentó –me sonrió.

Volteé a ver y vi a mis compañeras o ¿amigas? Ah-yi y Heejin.

-Te volviste famoso ¿eh? –le pregunté a Ri-eul, sentía más confianza con él, así que a veces le molestaba.

- ¿Hye-soo? –preguntó Ah-yi

-Sorpresa... -murmuré, Heejin, no se sorprendió porque creo que ella lo insinuaba, pero me sonrió alegremente también, era una chica muy linda y muy dulce.

Nos sentamos frente a él mientras explicaba que íbamos a aprender hoy, se le notaba bastante feliz, se notaba que amaba la magia y eso nos lo transmitía mientras hacía sus trucos.

Había llegado a la conclusión que quizá si era un mago de verdad, aunque a veces me negaba a creerlo y por eso lo molestaba solo para verlo molesto, amaba ver sus dramas.

Justo ahora Heejin estaba practicando con sus manos mover una pelota blanca, yo ya lo había intentado y me salió bien.

-Cada uno a la vez, relaja los dedos. Uno por uno. –le indicó Ri-eul a Heejin, ella lo intentó, pero la pelota se cayó de sus manos, por lo cual ella se levantó y fue hacia la pelota, pero casi se choca con ¿il-deung?

¿Qué hace aquí? Me reí por lo bajo y volteé a ver a Ri-eul, tenía una pequeña sonrisa como si el supiera que iba a llegar.

- ¿Il-deung? –se escuchó la voz de Heejin.

Luego ambos se acercaron.

- ¿Tu, sabias que el vendría? –le pregunté a Ah-yi, ella negó, pero se rio.

Il-deung jaló una silla y se sentó directamente a la par del mago, volteé a ver a Heejin para ver su reacción, pero era indescifrable.

-Te lo dije. Tiene que ver conmigo. –habló el de lentes y se cruzó de brazos.

Vaya, quien lo diría. 

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Espero que les gustara el cap, ya estamos llegando  a las 2k, soy muy feliz. 

Agradezco todo el apoyo que me brindan, les quiero. 🤍

Nos vemos pronto 🎩

¿Qué les pareció el capítulo? Les leo 👀

SONATINE - RI EULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora