Capítulo seis

294 21 30
                                    

Daniel estaba sentado en enfrente del erizo enjaulado, Tom había subido para cambiarse la ropa y él vigilaba al erizo.

"No puede ser, tuve razón"

Se acercó al pequeño enjaulado y lo vio de cerca.

—Eres muy lindo—lo miró desde la jaula.

Si, es cierto. Se llevó el susto de su vida pero era tan genial y fantástico conocer a otro ser de un mundo diferente. Cómo futuro inventor y científico, le fascinaba saber que existían criaturas como él conviviendo en el mismo espacio.

Tom bajo y ambos miraron al erizo por unos momentos. Luego el adulto cogió una espátula y movió ligeramente la cabeza del pequeño.

—Sé que es raro Tom, pero estás siendo más raro—dijo Daniel apoyándose en el mesón, con los brazo cruzados. Y con una expresión divertida en el rostro.

Tom movió su cabeza en negación y siguió analizando al erizo. Agarro la púa azul de la mesa, observando a los dos.

—El demonio azul—

—Carl tiene un pésimo sentido del nombre—bromeó Daniel.

—Algo cierto—Tom se dirigió al mesón para pensar, Daniel se giró y colocó su mano en el hombro para tranquilizarle, el adulto le sonrió al adolescente y agarró su celular dispuesto a tomarle una foto al ser que dormía en la jaula.

Sonic se despertó desorientado y salió de la jaula despacio. Parándose con dificultad. Daniel y Tom giraron encontrándose con la sorpresa de que el erizo había despertado. Tom se asustó y retrocedió, Daniel se acercó sorprendido.

—¿Lord Dona?, ¿Sargento arcoíris?—Sonic miró a los dos.

Daniel se extraño, ¿Se estaba refiriendo a él?

—Hablas—Tom dijo asustado.

—Habla perfectamente—

Daniel se acercó más a el erizo pero este seguía con los efectos del tranquilizante como para darse cuenta que el chico que lo hacía temblar, estaba ante sus ojos.

—¿N-No, No has venido a abducirme o sí?—dijo Tom, ganando la mirada extrañada de Daniel.

—Tu me abdujiste a mí—Sonic se enojo un poco.

—El extraterrestre tiene un punto—dijo Daniel sonriendo y recién Sonic cayó en cuenta de que el muchacho estaba muy cerca.

Bajo sus orejas avergonzado, evitando mirar al muchacho. Daniel se dió cuenta de esto y pensó que le tenía miedo. Así que se alejo un poco.

—Okey, eso es verdad, ¿Qué eres?, ¿Por qué te escondías en mi cochera?—preguntó Tom.

—Necesitaba ocultarme y fuiste la primera persona que se me ocurrió, Lord Dona—explicó el erizo.

Daniel pensó un rato, así que, ¿Él era sargento arcoíris?, ¿Tan obvio era que le gustaban los chicos?

"Por dios, soy tan gay"

Pensó Daniel con un tono de voz triste. Obviamente muy fingido.

—¿Por qué me llamas Lord Dona?—dijo un poco más enojado.

—Porque discutes con las donas y te las comes cuando se te rebelan—respondió el erizo.

Al adolescente se le escapó un par de risas.

—¿En serio?, ¿Donas?—se burló Daniel.

—Habla el chico que llora por personajes ficticios—Tom le respondió.

Pequeño erizo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora