Él pasa agradables tardes en compañía de su padre, disfrutando el aroma fresco que les ofrecía Green Hills.
Con está pequeña y repetitiva rutina, días tan tranquilos en un pueblo pintoresco, todo siendo como el día anterior.
Tiene una vida pacífica...
En la ciudad de San Francisco se veían por unos pocos segundos la agotadora pelea que estaba teniendo Sonic con el Dr. Eggman. Mientras escapa y corría por los edificios, el audaz erizo trataba de perder al loco doctor. Rayos y luces eran disparados hacia nuestro pequeño amigo pero por suerte esquivaba todo, aunque con un poco de dificultad.
Sonic se abría paso por las inmensas calles de San Francisco, mientras Robotnik le disparaba a diestra y siniestra. Creando unas gigantes explosiones a la espalda de Sonic.
"Si ya sé que están pensando, ¿Por qué ese erizo increíblemente guapo está siendo perseguido por un chiflado que tiene un bigote de la época de la revolución?"
Sonic esquivaba los autos mientras veía que los rayos no le dieran en el cuerpo, las explosiones le dificultaban el camino a nuestro joven erizo pero continuaba corriendo.
"Pues francamente, siento que he estado corriendo toda mi vida, ¿Si me entienden?, ¿Voy demasiado rápido?. A eso me dedico, ¿Saben qué?, Retrocedamos"
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Nos remontamos hace bastante años, en una enorme isla, los rayos del sol la hacían brillar. Alzando sus tierras sobre el claro mar. El hermoso paisaje se ve a lo lejos.
"Está es la isla de dónde vengo"
Un fugaz rayo azul pasa por los caminos verdosos, haciendo que el viento fuera más fuerte. Destruyendo un camino mientras corría con prisa.
"Tenía de todo. Cascadas, playas de arena fina. Acceso público a giros completos y nunca tuve que tomar el autobús escolar porque podía cruzar corriendo toda la isla en menos de dos segundos. Además no había escuela, ¡LO SÉ!, ¡Qué maravilla de isla!, ¿No?"
Se podía divisar en la pequeña luz azul, a un pequeño erizo emocionado por la adrenalina de correr, la libertad que se sentía.
Pequeñas risas llenas de alegría provenían de aquella luz.
"Nací con poderes extraordinarios, me dijeron que los mantuviera en secreto y como cualquier niño, hice exactamente lo contrario"
El pequeño erizo subía con rapidez por las escaleras, hasta llegar a su destino. Su querido hogar. Haciéndose bolita hasta chocar con una superficie en descanso.
"Ella es garra larga, me cuidaba. Era como mi Obi-Wan Kenobi. Si Obi-Wan hubiera tenido pico y comido ratones"
La señora búho despertó por el suave golpe, veía con ternura a su pequeño erizo, quien reía tiernamente por el choque con su protectora.
—Sonic, alguien te pudo haber visto—agachó un poco su cabeza hacia su pequeño.
—Nadie me vió, soy demasiado rápido—corría en su mismo sitio, imitando el recorrido que había hecho antes—Y...quería traerte esto—
