Capítulo dos

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Green Hills, Montana
D I E Z     A Ñ O S     D E S P U É S

En la carretera al inicio de todo Green Hills, atrás de un gran letrero del pueblo se encuentra la patrulla del comisario Tom Wachowski, quién se encontraba haciendo su recorrido matutino. Igual de aburrido como todas las mañanas.

Viendo si podía capturar a un forajido que se quiera pasar de listo en la carretera, estaba demasiado tranquilo mientras esperaba que su radar portátil leyera por lo menos algo interesante.

—¿De verdad ni un auto?—suspiró cansado.

Se puso a jugar con el radar como si se trata de una pistola, haciendo ruidos raros y llevándose un golpe en mejilla por perder el tiempo con el pesado aparato.

—Ahh, estoy aburrido—de repente la radio de su auto empezó a sonar.

//¿Tom?, ¿Me oyes?, ¿Estás ahí//

Respondió al llamado de su compañero.

—No Wade, en realidad estoy en un yate en Barbados...con Rihanna—

Habló un poco sarcástico, esperando que Wade entendiera la obvia mentira.

Mientras tanto en la estación de policía, Wade tenía una expresión de sorpresa. Se rascaba su nuca debido a la increíble noticia de su compañero.

—Que emoción—una risa escapó de sus labios—Que increíble, envíame fotos—

Tom puso una cara de confusión y volvió hablar

—Wade, estoy...en la trampa de velocidad—

//¿Tan pronto?, ¿Cómo llegaste tan rápido?, Barbados está en el océano//

—Creo que tengo algo, espera—

Tom miró lleno de determinación, dispuesto atrapar a cualquiera que amenazará la seguridad de su pueblo. Apuntó decidido y con un poco de miedo al horrible polizón que quería poner la carretera de cabeza.

Le apuntó a la tortuga y la lectura de su radar fue "0 0 1"

—¡Hey, amigo!, ¡¿Por qué la prisa?!, ¡Por aquí viven niños!—bromeó y la tortuga continúo su lento camino por la carretera.

Tom sonrió, apenado por su pésimo sentido del humor.

—Creí que sería un buen chiste, lo siento—una suave risa escapó de sus labios.

Revisó sus lentes para matar el tiempo, hasta que el radar lo alertó. La lectura era de "2 9 6". Tom se extraño, nada había pasado por ahí, ¿Por qué el radar le daba esa lectura?

—Doscientas noventa y seis millas...por hora?—tomó el radar y observó más de cerca la lectura.

Verificó si el radar estaba en su estado óptimo, mientras que en la parte de atrás de su vehículo se podía divisar una figura azulada.

Tom miró la carretera por ambos lados pero aún no veía nada. Otra vez volvió a pasar aquel destello azul y el radar volvió a marcar. Tom miró sorprendido al aparato.

La nueva lectura marcaba "3 0 0" y Tom habló confundido.

—¿Trescientas millas?—golpeó el aparato, debió haber sido un error, algo que arreglar para más tarde.

Mientras en la parte de atrás del auto, la figura azul celebró su nuevo récord, feliz por lo que había conseguido.

Tom miró de nuevo a la carretera, salió del auto y empezó a caminar. Esperando encontrar algo, dió unos pasos más y por los matorrales puso divisar un pequeño destello. Se acercó más y se agachó, encontrándose con lo que parecía ser una púa brillante azul. La tomó y la miró más cerca, esto era muy extraño. Su mañana era tranquila pero esto le ponía los nervios de puntas.

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