~OS dedicado a VickyLosa espero te guste hermosa.
~
Daba pasos cortos sobre el callejón, hasta desaparecer en la oscuridad del fondo de este. Cada noche rondaba a esas mismas horas; con su traje negro, sus manos sin más acción que la quietud y su mirada perdida, perdida en cada aspecto de la casa en la que ella vivía.
Iban pasando los días y el siempre volvía. Todo en el era distinto...su andar, su mirar y su vestir, y nunca se descubria porque hacía eso y llegó el momento de conocerlo por primera vez. Ella en su habitación, descansando en su cama y la mano de él en su rostro, acariciándole con pulcritud. Todo en rededor era silencio sin siquiera escuchar el suspirar del viento...
-¿Quien eres?- Pregunto mientras sus dedos se detuvieron al contacto.
-Soy tu guardian- Menciono levemente.
-¿Mi...Guardian?- Recito ante su duda ser aclarada.
Este no dijo nada más, solo dejo su acercamiento y se marchó dejándola con más dudas que las que ya habían.
Los días y sus horas pasaban con esplendor pero las noches con pavor, pues, las muertes en la ciudad se enumeraban en magnitud.
-No hay que pensar tanto en eso, no hay que revivir el recuerdo de lo pasado, esta ahí, y ahí se queda.- Suspiró la abuela de la familia a la cual su vista ya le faltaba.
-Mi querida Hange, ten cuidado- Dijo a su nieta.
-Lo tendré, no tiene que preocuparse- Se dirigió a su habitacion, con aquella esperanza...el de verle de vuelta.
Su rostro ya se dispersaba, no podía ni recordar bien su voz, pero, si sus ojos, que eran de un color único, casi ni visto antes. Se sentó en su cama, entrelazando sus manos y suspiro...queria saber quien era y porque cada que pensaba en el, su corazón latia sin una razón valida y exacta.
Eso se decía, más no investigaba para si misma la verdadera razón.
~
-Deberíamos dejar de escondernos así y salir a por esos desgraciados mal nacidos- Escupió con amargura.
-Y tu deberás de cerrarte la boca y poner atención- Le reprendió un compañero.
-Ambos deberían de cerrar la boca- Les dijo aquel con rudeza pasando a su lado.
-Esta vez encuentrenlo, matenlo y si hay más, para eso están sus dagas y armas.- Camino derecho.
-¿Y tu a donde vas, Levi?- Pregunto uno de sus más allegados.
-Haré mi rutina de inspección- Siguió en su camino.
Decía la verdad, pero, sin incluir que la mayoría de sus inspecciones se detenían a las afueras de la casa de una mujer. Que desde meses atras le había robado hasta la más corta respiración, y, ahí se encontraba, entra las sobras del callejón evitando que la luz le pudiera hacer que le descubrieran, ya antes había cometido el error de ir a su habitación en un arranque de enamoramiento, que nunca se había visto en uno de los mejores cazadores de Montpellier.
¿Y Que le había hecho caer tan profundo? ¿Como para no prestar tanta atención a lo demás?
Había investigado a tal mujer; sabía su nombre, su edad, en donde estudiaba, su familia y algunos de sus gustos...pero, no sabia lo más importante y eran sus sueños. Queria conocerla y entablar converzacion con ella, aunque el no hablase mucho pero quería intentarlo y saber todo lo que ella le pudiese decir.