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-No puede ser tan malo- Dijo este como si no fuese nada.
El otro solo pudo suspirar ante lo que su amigo había dicho. Recordaba como había sido rechazado tantas veces por claras tonterias;
"No te quiero por que eres muy serio"
"Eres muy enano"
"Eres demasiado aburrido"
"¿Eres rico o no?"
"No gracias, tienes una apariencia muy fina"Volvió a suspirar, de verdad eran puras tonteras que mucha mujeres le habían dicho, su amigo solo le buscaba lo que el no queria.
-No gracias, no volveré a caer en cosas de citas y peor creadas por ti, Farlan.- Se trato de concentrar en su trabajo de vuelta, antes de que esa llamada con su amigo regañandole, por no haberse ido con una mujer y hacer sus cositas no había dado frutos.
Se restrego las manos por toda la cara, que cansado, agotado y solo estaba, pero, no le daba frutos nada, ni podía llegar a intimar porque le era odioso la forma de ser de las chicas que su mejor amigo le buscaba. Se mantuvo viendo a la pantalla de su computador, ante no poder seguir, decidió apagarla y salir al corredor de su apartamento, lo que no le duró pues a su puerta llamaron, ya sabía que llegaría un paquete ese día así que salio sin problemas a resivirlo.
El repartidor le resivio con una gran sonrisa y le dio su libreta para que firmará a si le daría su paquete. El repartidor le observo unos segundos a lo que Levi le miró con mala cara.
-¿Que?- Dijo algo molesto.
El repartidor le sonrió amablemente.
-Eres muy apuesto- Dijo para entregarle el paquete y salió del espacio dejando detrás a Levi con la boca semi abierta y el paquete en las manos.
Después entro llevando la caja consigo. A su comedor y no dejaba de pensar en lo sucedido, por un momento pensó que era raro que un hombre le dijera eso, así que supuso que era un gay y se dispuso a abri la caja.
A la semana volvió a pedir algo en linea y al abrir la puerta era el mismo repartidor, que le entregó su paquete con una sonrisa convictiva, Levi por otro lado se sintio más raro, hasta incómodo, lo que era poco habitual. Esto lo hizo pensar toda la bendita tarde, y llamó a su mejor amigo, el que le hecho una carcajada gigante cuando le contó.
-Te vieron cara de pasivo- Este se río a carcajadas lo que causó que Levi cortara la llamada.
Dos días después a Levi le llegó una encomienda que su madre le mandaba, y al abrir la puerta era el mismo repartidor. Despues otras tres veces mas y seguia siendo el mismo, pero, la ultima vez Levi aprovecho y miro su carnet colgando de su cuello...Hange Zoë, su nombre.
-Esto es algo...raro- Dijo el repartidor, para resivir la libreta con la forma ya, entrego el paquete y cuando se iba a ir Levi le detuvo.
A lo que este le vio asombrado.
-Gracias- Dijo el de cabellos oscuros sintiendo raresa.
El chico le sonrió para girarse y presentarse con el.
-Soy Hange Zoë, repartidora de la compañía alas de libertad, un gusto.- Le extendio la mano, con su carita rosa por algo de pena, pero mucha alegría guardada en sus ojos.
Levi la miró de pies a cabeza al sopesar el referise como "ella", parecía que necesitaba lentes, sabia que había algo raro con "ese" supuesto chcio, pero ahora, sabiendo la verdad, podía asegurarse de decir lo que diría.
-Soy Levi Ackerman, un gusto.- Dijo rápido para seguir con lo demás.
-¿Saldrías conmigo?- La chica le observo asombrada por sus palabras directas.
No sabía cómo contestar, se quedó muda un rata, pero, después al ver a lo ojos grices del hombre, aceptó encantada.
A las siete de la noche se había acordado, el pasaría por ella a su casa, irían a cenar y a ver una obra de teatro de la sobrina de Levi, donde sin querer se tomaron de las manos por un leve descuido. Al rededor habian muchas personas, el bullicio de los instrumentos de la obra, pero ellos se concentraban en verse a los ojos. Todo había sido increíble en la velada, desde que el pasó en su ford y recogió a una mujer de vestido negro, sin uso maquillaje, pero se solto el cabello, para los ojos de Levi era un enigma sin clara resolución y pues porque también era la primera vez, que la veía diferente a su abitual uniforme de repartidora de cajas.
Aun teniendo las manos entrelazadas, ambos miraron la obra sin querer apartarse del uno con el otro. Parecía que habían encontrado a lguien con quien pasar un buen tiempo, a pesar de diferencias...
Al finalizar la cita, ambos se despidieron afectuosamente, no era en si normal darle un beso lleno de amor en los labios a alguien cuando era la primera cita sin aun haberse conocido bien antes, pero ello...lo habían hecho como si de años fuesen el de conocerse. Esto a bien animo a Levi a llamar a su amigo para comentarle todo lo sucedido, y sinceramente el otro en la línea estaba anonadado por ello.
Esta era la primer mujer con la que Levi se sentía muy cómodo, y cada día lo iba averiguando cuando después de cuatro meses de noviazgo el se mudona por petición a la casa de ella y dejaron sus trabajos para marcharse a viajar. Una vuelta de trescientos sesenta y cinco grados había sido todo. Y más cuando ella le comentó sobre que cuando lo miró por primera vez todo le dio subidas y bajadas a ella, era como si hubise encontrado algo que perdio mucho tiempo atrás, y por más que fuera extraño, Levi le dio la razón con eso, era el volver a ver algo que añoraste en un pasado no conocido, distante y frío...
Estos se aventuraron más haya de su país. hasta pasar los años y lograr concevir una familia.
Bendita la organización que había contratado a Hange Zoë, se pensaba de vez en cuando.
Al final. El amigo de Levi también pedía que le pasara algo parecido, a veces pedía encargos solo para conocer a alguien, pero, la suerte no le llegaba a este por rebuscado...
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Gracias por leer, bendiciones ♡