uno

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el reloj del aula marcaba las diez treinta de la mañana y todos en la clase sentían que era una eternidad lo que tenían que sufrir. minho sólo miraba desinteresadamente a la pizarra sin pensar en nada en particular, porque ya había comprendido el tema que la profesora se empeñaba en explicar minuciosamente y no tenía interés en seguir escuchando, así que se dedicaba a intentar causar el menor problema posible para no tener que volver a detención, por cualquier cosa y guardar silencio para que no lo golpearan.

desde la ultima vez que se había topado con bang chan y, tras enterarse de que éste tenía que pasar tres semanas en ese lugar, evitaba por todos los medios meterse en problemas o hacer alguna cosa que pudiera molestar a los maestros, porque consideraba que eran más sensibles que una pluma cuando se trataba de él. quizá por eso, la mañana del día anterior, su madre lo vió de manera extraña en cuanto entró por la puerta de la cocina.

一 lee minho... ¿qué estás tramando? 一 entrecerró los ojos la mujer.

一 ¿yo? ¿ahora qué hice? 一 se señaló a sí mismo, haciendo una cara extraña, procediendo a servirse un tazón de cereal.

一 pues, considerando que no me han llamado de la escuela para decirme que golpeaste a algún compañero o que rompiste un instrumento de laboratoria de treinta y cinco mil wons, me parece que has estado demasiado calmado ultimamente.

una vez que la mujer terminó de hablar, su hijo no pudo evitar soltar una carcajada. park jisoul conocía demasiado bien a su hijo de en medio.

一 lo que sucede es que me hice una apuesta a mi mismo de que, si evitaba meterme en problemas por todo un mes, iba a comprarme otro cojín de patito. 一 explicó minho con lo que, en parte, era verdad, porque sí que había apostado consigo mismo.

y con jisung.

一 bueno, pretenderé que te creo 一 dijo, mientras soplaba un mechón de su castaño cabello fuera de su rostro 一. ¿ya estás listo?

一 sí, sólo espere a que termine mi cereal. creo que hice bien mis maletas ayer.

一 no puedo creer que necesites maletas para venir a pasar un solo fin de semana aquí.

一 son verdaderamente esenciales.

su madre solo rió y su hijo fue a lavar su plato, para proceder a tomar sus cosas del sillón.

一 ¿cuándo vuelve papá? 一 cuestionó, mientras veía a su madre tomar las llaves del auto.

一 si no me equivoco, me parece que me dijo que llegaría mañana 一 se encaminaron hacia la puerta 一. aunque tampoco hay que tener demasiadas esperanzas en el, porque, cuando está aquí, no parece ser así.

y ahí estaba en ese momento a la mitad de la clase de química, pensando en que debía portarse como un niño bueno para evitar verle la cara al chico que tenía clases a un par de aulas de él.

y ahí estaba en ese momento a la mitad de la clase de química, pensando en que debía portarse como un niño bueno para evitar verle la cara al chico que tenía clases a un par de aulas de él

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𝗶 𝗱𝗼𝗻'𝘁 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝘆𝗼𝘂,  𝖻𝖺𝗇𝗀𝗂𝗇𝗁𝗈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora