epílogo.

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como tenía por costumbre, lee minho observaba fijamente el reloj de la pared, que marcaba las diez y media de la mañana.

a su lado, bang chan ponía todo su esfuerzo posible por entender lo que el profesor explicaba, algo así como ángulos y quién sabe qué más.

veía que el maestro se movía y hablaba, pero no podía evitar pensar en qué había de comer en la cafetería y si habían hecho horrible ensalada o deliciosa carne.

一 lee, ya que veo que estás muy enfocado en este clase, creo que no tendrías problema en enseñarnos cómo integrar esto que vemos aquí. 一 se dirigió al chico el profesor kwon, alzando ligeramente una ceja.

así es, ambos estaban ya en su quinto semestre de preparatoria, siendo ese ya su último año en en tal escuela. por lo tanto, cursaban juntos la materia de matemáticas llamada cálculo integral.

el chico se quedó observando fijamente al mayor con la boca abierta, que sonrió con sorna y miró despectivamente al alumno.

一 tal y como lo imaginaba. 一 dijo, a punto de seguir con su clase.

一 no, espere 一 paró minho, haciendo que todos lo miraran en la clase 一. pasaré ahora mismo a resolverlo.

el docente lo miró con los ojos bien abiertos, causando una sonrisa en bang.

claramente no sabía para nada con quién se enfrentaba.

min tomó el plumón de la pizarra de la mano del mayor, levantándose y dirigiéndose a ésta. toda la clase observó con duda y sorpresa cómo el chico tardaba aproximadamente dos minutos en resolver el problema que se le había asignado.

cuando terminó, volteó a ver a toda la clase con una sonrisa que aparentaba inocencia, pero que chan sabía perfectamente que escondía el repudio a la humillación pública que tanto poseía.

一 es correcto, señor lee 一 dijo el señor kwon 一. pero, todavía no hemos visto todo el procedimiento, ¿cómo...?

一 comencé a estudiar geometría analítica, cálculo diferencial e integral desde antes de salir de la secundaria, señor. 一 respondió el menor, encogiéndose de hombros y yéndose a sentar, con los aplausos de sus compañeros como música de fondo.

sí, habían pasado ya casi tres años desde que ambos chicos se habían conocido una tarde mientras cumplían un castigo que se les había impuesto.

justamente a lee por no prestar atención en clase y no poder (o querer) resolver una simple ecuación de segundo grado.

tomó asiento a lado de chris, que lo miraba con una sonrisa que guardaba tanto orgullo como una carcajada que no quería soltar en ese momento, porque la cara del docente era como para ser pintada.

一 lo hiciste genial, min 一 le dijo 一. estoy orgulloso de ti.

el chico le sonrió, haciéndose chiquito ante el cumplido como si se tratase de un pequeño gatito.

y, con eso, el timbre del receso inundó sus oídos, el profesor soltó una charlataneria y todos comenzaron a guardar sus cosas en sus mochilas.

mientras iban saliendo del salón, ya tomados de las manos y charlando de temas irrelevantes, un pequeño chico de nuevo ingreso corrió hacia el mayor.

一 ¡chan hyung! 一 exclamó, el menor se veía algo cansado, como si hubiese corrido 一 perdón por interrumpirlo a usted y a minho hyung, pero no encontré a nadie que me dijera cuándo son las fechas de las pruebas de voleibol.

一 hola... 一 saludó, tratando de recordar su nombre y fallando en el intento 一 son el jueves y viernes.

lee, a su lado, tenía ganas de reír ante lo pequeño que era el chico. probablemente media como un metro sesenta.

𝗶 𝗱𝗼𝗻'𝘁 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝘆𝗼𝘂,  𝖻𝖺𝗇𝗀𝗂𝗇𝗁𝗈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora