Capítulo 4. La pesadilla comienza

3.4K 382 705
                                    

Hinata estaba ansioso. ¿Qué le tomaba tanto tiempo a Daichi?

El pelirrojo parecía un pequeño chihuahua dando vueltas por la habitación. Daichi le había mandado un mensaje 1 hora atrás, avisándole que había conseguido el guardaespaldas que quería. Hinata intentó preguntar, averiguar más al respecto, pero Daichi se había limitado a responder con un "lo conocerás más tarde"

¿Qué significaba eso? ¡Hinata ni siquiera lo había aprobado aun! No conocía nada de esta persona, ni su nombre ni su rostro ni mucho menos si realmente era el tipo de guardaespaldas que quería.

Hinata quería creer que Daichi lo estaba llevando para una entrevista y que no se había atrevido a contratarlo a sus espaldas.

Los minutos pasaron, 5, 10, 15 y 20. Después de 20 minutos Hinata olvidó su molestia y se distrajo con videos de gatos en TikTok. Estaba tan distraído que no escuchó el sonido del coche de Daichi estacionándose afuera ni el sonido de la puerta del auto al cerrarse.

No se percató de nada hasta que escuchó el sonido de su puerta siendo desbloqueada. Su corazón dio un brinquito, pero se relajó al recordar que la única persona además de él que conocía la clave era Daichi.

Hinata estaba tirado de cabeza en el mueble, con las piernas sobre los cojines del respaldo y la cabeza en el piso. Sus rebeldes mechones naranja decoraban la alfombra. Sabía que Daichi lo regañaría en cuanto lo viera en esa posición porque luego tendría que soportarlo quejándose sobre el dolor de cabeza. Así que como pudo se levantó de golpe, causándole el conocido mareo que le producía levantarse repentinamente. Hinata se sintió mareado y vio negro por dos segundos.

Antes de darse cuenta Daichi ya estaba dentro de la casa, y detrás de él vio entrar a...

— ¿Por qué estás todavía en pijama? — le regañó Daichi — Creo haberte avisado que venía con compañía.

Hinata ni siquiera respondió. Sus ojos estaban abiertos en shock, su cerebro todavía estaba tratando de procesar la perfección en forma de hombre frente a él.

¿Quién era esa persona? Porque que era como si alguien hubiese juntado todas las características que Shoyo encontraba atractivas y las hubiera puesto en un solo hombre; como si lo hubiesen creado específicamente para él. Por primera vez en su vida, Hinata estaba sin habla.

—¿Shoyo?

—Eh...yo

—Este es Kageyama Tobio. — dijo Daichi, ignorando el evidente estupor de Hinata. — Tu nuevo guardaespaldas.

Hinata seguía viendo al Dios de casi 2 metros, mandíbula afilada y ojos azul oscuro que lo miraba sin ningún tipo de expresión en el rostro.

Hablar, tenía que hablar.

—¿Mi nuevo guardaespaldas? — se las arregló para decir, fingiendo indiferencia. Si a Hinata le parecía el hombre más condenadamente sexy que hubiese visto en su vida, bueno, él no tendría por qué saberlo.

— ¿Algún problema con eso? — preguntó el pelinegro con evidente molestia. Su voz le causó cosas a Hinata.

Hinata negó dos veces con la cabeza, tratando de parecer desinteresado. Maldita sea, era tan complicado no mirarlo.

—No contrato a nadie sin una entrevista primero. —dijo, fijando sus ojos en Daichi en su lugar. Fue por eso que pudo captar claramente el rostro apenado de Daichi.

—Shoyo, él no es cualquier-

Hinata iba a interrumpir a Daichi, pero algo más sonó en ese momento. El bastardo sexy tuvo el descaro de reírse. ¿Se estaba riendo de lo que había dicho? Hinata nunca antes había querido tanto golpear una cara tan atractiva.

𝐁𝐎𝐃𝐘𝐆𝐔𝐀𝐑𝐃 𝐎𝐅 𝐀 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓𝐌𝐀𝐑𝐄 (𝐊𝐚𝐠𝐞𝐇𝐢𝐧𝐚)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora