Capítulo 7. El cumpleaños de Hinata

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"No tienes que sentirte culpable por vivir tu vida, Tobio"

Las palabras resonaban en la mente de Kageyama con un eco interminable de culpa. Siempre se sentía así después de visitarla. No era que no estuviera feliz de verla, pero siempre que tenía que irse no podía evitar sentirse culpable al respecto. Como si estuviera abandonándola.

Hinata pareció entender que no estaba de humor para su pequeño juego del gato y el ratón porque no lo había molestado en lo absoluto desde que regresó de su día libre. Aunque la alternativa tampoco fue relajante para Kageyama, tanta tranquilidad le resultaba sospechosa. Era como la calma antes de la tormenta, como el ojo de un huracán. ¿Qué tipo de tortura estaba preparando la pequeña pesadilla naranja para él? Kageyama no creía que Hinata hubiese decidido dejar de ser un dolor en el culo de un día para otro.

—¡Hinata, cariño, voltea un poco más a la derecha! — la voz del fotógrafo distrajo a Kageyama de sus pensamientos de culpa y lo obligó a mirar nuevamente a lo que ocurría frente a él. — Justo así, ahora sonríe más.

Kageyama aguantó una mueca de molestia en su cara. La voz nasal del fotógrafo le resultaba molesta, y las luces del estudio lo hacían sentir acalorado a pesar del aire acondicionado. Había aproximadamente 10 personas presentes, incluyéndolos a él y a Daichi. Había dos estilistas, dos chicos de producción, un par de asistentes, el fotógrafo...y claro, la estrella: Hinata.

Kageyama no podía evitar notar las grandes diferencias en los momentos de su vida.

En una ocasión se había tenido que pasar 16 horas en la cima de una montaña vestido con un traje Ghillie para camuflarse con el medio ambiente, esperando la oportunidad para dar un tiro. Habían sido las 16 horas más largas de su vida porque el traje lo hacía sudar como el carajo y era Julio. Kageyama recordó esa sensación de interminable espera mientras miraba como dos estilistas trabajaban en Hinata. Maquillaje natural, estilizado de cabello, vestirlo con el atuendo perfecto y claro, el calzado, que era el punto de todo eso.

Dos horas "arreglando" a Hinata. Eso era una exageración. 16 horas esperando un tiro en una montaña tenía lógica, dos horas "arreglando" a un tipo que se vería bien hasta con una bolsa de basura no tenía sentido.

Claro que cuando los estilistas terminaron con Hinata y Kageyama vio el resultado final no pudo negar que habían hecho un trabajo increíble. Hinata parecía un modelo de verdad.

El estudio era espacioso y elegante. Hinata estaba posando detrás de una pantalla verde y Kageyama pensó que hubiese sido mejor un set en el exterior, pero sabía que había sido Daichi quien había pedido por una sesión en el interior a propósito, todo para la comodidad de Hinata. En el exterior un ataque podría venir de donde sea, y Hinata podría sentirse estresado con las distracciones alrededor.

Ese no era el caso en ese momento. Hinata parecía un pez en el agua. La cámara lo amaba.

—¡PERFECTO! Ahora cambiemos al otro modelo de tenis por favor. — indicó el fotógrafo y una de las asistentes se acercó rápidamente con otro par de tenis, también con diseño de arcoíris. Este modelo tenía los colores en las suelas.

Kageyama se preguntó cuanto tiempo más tendrían que estar ahí. Nunca antes había estado en una sesión fotográfica así que desconocía la duración de una.

—Es bastante bueno ¿No? — Daichi se acercó con un vaso de café caliente y Kageyama agradeció que él estuviera presente en ese momento.

—Supongo que sí. — respondió Kageyama, tomando el vaso de café y agradeciendo con una pequeña reverencia —Tal vez debería dejar el volley y dedicarse a esto.

𝐁𝐎𝐃𝐘𝐆𝐔𝐀𝐑𝐃 𝐎𝐅 𝐀 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓𝐌𝐀𝐑𝐄 (𝐊𝐚𝐠𝐞𝐇𝐢𝐧𝐚)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora