𝐁𝐎𝐃𝐘𝐆𝐔𝐀𝐑𝐃 𝐎𝐅 𝐀 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓𝐌𝐀𝐑𝐄 (𝐊𝐚𝐠𝐞𝐇𝐢𝐧𝐚)

Capítulo 17. Algo prestado, algo azul, algo nuevo y algo 𝓪𝓷𝓽𝓲𝓰𝓾𝓸

MARZO

(1 año y 3 meses después de la desaparición de Kageyama)

Hinata observó su reflejo en el espejo y por primera vez en meses se encontró con una imagen buena de sí mismo.

El uniforme de entrenamiento del equipo nacional de Japón no era nada fuera de lo ordinario, pero el simple hecho de tener esa pequeña bandera con las letras "JAP" encima lo volvía algo extraordinario. Se sentía como un millón de dólares.

El camino que recorrió para llegar hasta ese momento no había sido fácil en lo absoluto, pero lo había logrado. Tenía una invitación para el equipo nacional. Jugaría en los juegos olímpicos, y lo mejor de todo es que Oikawa y Bokuto también habían conseguido una invitación así que no solo cumpliría su sueño, sino que también lo haría junto a dos de sus mejores amigos. El solo imaginarlos a todos juntos con el uniforme rojo de la selección del país entrando en el enorme estadio olímpico le ponía la piel de gallina.

Lo había logrado. Su más grande sueño estaba tan cerca que casi podía tocarlo con las puntas de sus dedos.

Todavía era increíble pensar en todo lo que había pasado en su vida en los últimos dos años. Había salido del closet, se había enfrentado a la opinión pública (odio y amor por igual), se había convertido en el rostro "gay" en el deporte (cosa que no lo hacía sentir particularmente orgulloso), había tenido un acosador, había sobrevivido a dos ataques de ese mismo acosador, se había enamorado, le habían roto el corazón, había perdido el rumbo de su vida, casi perdió su contrato con los Black Jackals, cayó en lo más profundo que había caído nunca en su vida y luego...siguió adelante.

Comenzó a ir a terapia, cuido de sí mismo, mejoró su juego, consiguió una invitación para el equipo nacional y finalmente después de tanto dolor, se sentía él mismo nuevamente.

Nunca creyó que fuese posible vivir tantas experiencias y emociones en un periodo tan corto de tiempo, pero así de impredecible era la vida.

Ahhh...se veía realmente bien en su uniforme de entrenamiento. Había estado dedicando más tiempo al gimnasio y su culo se veía mejor que nunca. Estaba a mitad de una pose de espaldas al espejo para apreciar la manera en la que el uniforme se tensaba sobre su trasero cuando el sonido de notificación de su celular lo hizo apartar la mirada de su reflejo en el espejo. No abrió el mensaje enseguida, en su lugar leyó la notificación emergente en la pantalla todavía bloqueada.

Damiano:

"¿Almuerzo hoy?"

10:02

La notificación desapareció de la pantalla luego de unos segundos y regresó su mirada al espejo. Conoció a Damiano tres meses atrás, cuando se decidió a salir por primera vez luego de su momento "Bella" de Luna Nueva, como Atsumu había decidido llamar a ese periódico trágico y dramático de su vida. Hinata le compró una bebida luego de haber derramado la suya en los caros zapatos de Damiano, y luego de aquello el hombre lo había seguido por el club toda la noche. Luego de bailar tres canciones juntos le pidió su número, y aunque Shoyo estaba inseguro de dárselo o no, Oikawa interfirió y se lo dio a aquel sexy e intimidante extraño.

Luego de eso llegaron los mensajes y las invitaciones para salir. Hinata le había dejado claro a Damiano que no estaba interesado en una relación, y Damiano lo había respetado, sin embargo, continuaba invitándolo a salir constantemente (como amigos, decía)

¿Debería aceptar la salida? Damiano llevaba meses invitándolo a salir, y ninguna de las largas excusas y pretextos que Shoyo le daba parecían desanimarlo en su misión de conquistarlo. Hinata estaba francamente sorprendido con su perseverancia. Sus amigos creían que debía darle una oportunidad, porque, citando sus palabras, el hombre era: "guapo, agradable y obviamente loco por ti"