Hinata nunca había sido tan feliz. Era ridículo, porque no podía evitar sonreír soñadoramente sin darse cuenta. Su cuerpo vibraba con las mejores energías. Había pasado poco más de una semana desde que conoció a la hermana de Tobio -Miwa- pero ya sentía como si su relación hubiese dado un paso decisivo. Parecía que Kageyama y él estaban en una sintonía inexplicable. Hinata nunca había tenido nada así con nadie. El sexo era alucinante, pero no solo era eso, él podía hablar con Kageyama de lo que fuese. Nunca se aburría con él, y encontraba fascinante todo lo que decía y hacía. Incluso detalles como su olor o su voz lo volvían loco.
Hinata nunca había sido tan feliz, y no podía evitar sentirse culpable por eso en este momento. No podía evitar sentirse culpable por sentirse tan bien cuando uno de sus mejores amigos en todo el mundo estaba siendo miserable.
— ¡Él terminó conmigo! — lloriqueó Oikawa a través de la pantalla de su teléfono. Su rostro era una cosa llena de lágrimas y mocos. Sus mejillas y nariz estaban rojas como una granada. También parecía que no se había bañado en todo el día. — ¡Solo-solo así!
—¿Así como? Vamos a necesitar detalles — dijo la voz tranquila de Kenma desde el otro extremo de la pantalla. Estaba usando su pijama negro con rojo favorito y parecía estar realizando una rutina de skincare mientras hablaban. Shoyo quería hacer un comentario acerca de la banda de cabello con orejas de gatito que estaba usando para evitar que su largo cabello rubio le tocara el rostro, pero se contuvo por la situación.
Hinata nunca se había sentido más inadecuado. Quería ser de ayuda, pero las palabras parecían atascadas en su garganta. Cuando Oikawa había mandado un mensaje de texto pidiendo una videollamada de emergencia, no había podido imaginarse de que iba la cosa.
—Él...él — Oikawa parecía tener problemas para controlar su llanto. Hinata lo entendía. Su pecho se hundió con compasión por su amigo.
—Él renunció a ser mi guardaespaldas ayer — intervino al ver que Oikawa no podría continuar — No...no dijo mucho.
—¿Qué dijo? — preguntó Kenma, el muy chismoso, dejando por un momento la crema que tenía en las manos sobre la cama y enfocando su vista nuevamente en la pantalla.
Hinata soltó un suspiro pesado. A decir verdad, lo había tomado por sorpresa, pero no le había dado mucha importancia. No pensó que la repentina renuncia de Iwaizumi fuese algo tan malo, es decir, no pensó que los motivos fueran tan serios como para llevarlo a también romper su relación con Toto. Ellos habían estado llevando su relación a distancia bastante bien y sabía que estaban felizmente enamorados. Hasta donde tenía conocimiento ellos tenían videollamadas todo el tiempo y planeaban verse durante las próximas vacaciones de Toto. No entendía como podía relacionarse su renuncia con la ruptura, pero no podía ser casualidad.
—No dijo mucho — repitió — Solo...algo sobre que estaría muy ocupado con su trabajo principal como para continuar con el trabajo de guardaespaldas. Yo sabía que su trabajo conmigo era más algo que hacía como un extra, así que no lo tomé muy personal. Además, últimamente me siento tonto con dos guardaespaldas. — admitió, ligeramente avergonzado. Desde que su acosador había sido sentenciado, no había mucha acción en su vida que requiriera un guardaespaldas, mucho menos dos. Tan solo quedaban algunos homófobos descerebrados que todavía se quejaban de él en línea, pero hasta ellos comenzaban a carecer en número, y ninguno fue tan estúpido como para intentar algo fuera del internet. Pero de nuevo, ese no era un tema para tocar en ese momento.
—¿Qué te dijo a ti, Tooru? — preguntó Kenma esta vez, mientras aplicaba un poco de bálsamo de fresa en sus labios afelpados. Ugh, Shoyo realmente debería comenzar a tener una rutina nocturna de belleza como Kenma, pero le daba tanta pereza tan siquiera iniciar.
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𝐁𝐎𝐃𝐘𝐆𝐔𝐀𝐑𝐃 𝐎𝐅 𝐀 𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓𝐌𝐀𝐑𝐄 (𝐊𝐚𝐠𝐞𝐇𝐢𝐧𝐚)
FanficHinata Shoyo es un jugador de volleyball profesional, ace hitter de los Black Jackals y ocasional modelo de marcas como Nike y ADIDAS. Shoyo se declaró gay en una rueda de prensa reciente, y desde eso el revuelo comenzó. El apoyo fue gigantesco, y s...