Los días pasaban en el campamento haciendo que genere una especie de rutina. En sí no es muy distinto a cualquier otro campamento de verano, aunque no es que me hayan enviado a alguno. Cada clase era impartida por sátiros, ninfas de los bosques, Quirón y uno que otro campista con bastante experiencia. Me dijeron que la mayoría de los semidioses padecían de dislexia debido a que leemos mejor el griego antiguo que cualquier lengua moderna, sin embargo yo era una especie de excepción a la regla lo que resulta extraño. Creo que lo único malo que podría considerar eran las clases de griego con Annabeth en las mañanas.
No es que sean malas, simplemente no son tan emocionantes como las otras actividades pero al menos ampliaba mi conocimiento en la mitología.
El resto del día gozaba de actividades al aire libre como andar a canoa o carreras. Puede que me den palizas las ninfas y uno que otro hijo de Hermes pero supongo que se les daba más ese tipo de actividad. Fuera de eso, no destaque en tiro con arco. Hasta Quirón le dio un ataque cuando una flecha mía fue disparada directamente a su cola. Otras clases como la lucha libre se me daban no tan bien, no cuando tienes a Clarisse y a sus hermanos dándome palizas cuando pueden. El cultivo de fresas y el cuidado de las vides me resultaban en cierto modo placentero y no es que se me diera excelente pero al menos lo hacía bien. Pero fuera de eso, nadie podía deducir quién era mi progenitor divino. De hecho, no me importaba...
Pronto me acostumbre a aquella neblina matutina sobre la playa, el aroma de fresas por la tarde junto con la comida de cada hora y por supuesto a las ciertas peculiaridades de la cabaña de Hermes. Luke es como el típico ejemplo a seguir que daba uno que otro consejo, los hermanos Stoll eran unos diablillos bromistas y los demás eran el típico grupo de personas que les obsesionaba hacer cualquier cosa con tal de no aburrirse. Pero solo había una cosa que extrañaba de mi antiguo hogar: a mi madre. Sabía que allá estaba, al otro lado del río Estige...y la iba a traer de vuelta.
Fue un martes por la tarde cuando tuve mi primera lección de combate con espadas. El encargado de instruir dicha clase era Luke, dado que era considerado el mejor duelista de los últimos cien años.
— ¡Acérquense!—anunció llamando la atención de toda la cabaña 11— Hoy aprenderán a defenderse. Hoy, sabrán que en el Campamento Mestizo, no solo podemos estar a salvo sino que también se nos enseña a sobrevivir. Esta será la primera clase para muchos, por lo que repasaremos las técnicas de bloqueo y luego a los muñecos de paja donde practicaran tajos y estocadas. ¡Perseo, al frente!
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𝐋𝐄𝐆𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐂𝐑𝐎𝐍𝐎𝐒: El Ladrón del Rayo
FanfictionÉl jamás quiso ser un mestizo. Y mucho menos ser hijo del Dios de los Mares. Percy Jackson es un chico de de 12 años que ya ha sido expulsado de seis diferentes colegios debido a sus problemas de ira y falta de comportamiento. Sin embargo, todo en s...