|VICKY|
— ¡Oiga, usted no puede estar... —protestó un elfo doméstico que se calló al darse cuenta quien era.
— Lo siento, estoy buscando a Dobby.
El elfo levantó una ceja y llamó a mi pequeño amigo.
Y Dobby apareció frente a mí, me incliné con una sonrisa lentamente sin poder creermelo.
— ¡Dobby! —saludé abrazándole con fuerza.
— ¡Señorita Lestrange!
— Oh, Dobby, no sabes lo feliz que estoy de verte, te he extrañado mucho en la mansión.
— También me ha hecho falta estar con mi mejor amiga, pero ahora trabajo aquí.
— Lo sé, cuando hablé con Dumbledore me comentó de tu empleo.
Y empezamos a hablar un rato, sobre lo que había hecho cuando había salido del seno de nuestra familia. Y estaba genuinamente feliz por él. Cuando era más pequeña, Lucius me castigaba y me enviaba a la cocina a preparar la cena junto a Dobby, y eso era más un premio, ya que hablábamos y nos divertíamos todo el tiempo. Hasta cuando Lucius llegó más que enojado porque Potter había liberado a Dobby. Yo fui la chica más feliz del mundo porque finalmente uno de los dos había logrado escapar de allí.
— Ya debo irme, Dobby.
— Si necesita algo, señorita Lestrange, solo es necesario que entonce esa canción que tarareabamos en la cocina hacia años.
Sonreí al recordar y me despedí para ir a dormir.
(...)
Oi como unas chicas de Ravenclaw murmuraban que un tal Cedric pondría su nombre en el cáliz. Fue inevitable ir al gran comedor a husmear un rato.
Junto a mi libro de moda mágica bajé las escaleras hacia el gran comedor, las personas que pasaban junto a mí me dirigían miradas llenas de terror o desprecio. Todos excepto un chico de Hufflepuff.
Él caminaba a mi ritmo y despreocupado.
— ¿Yo no te asusto? —comenté de manera directa.
— No, ¿por qué?
— No sé cuál será la mejor teoría que tienen sobre mí, ¿tal vez estoy bajo la maldición imperius por mi madre?, ¿tengo la misión de destruir Hogwarts?
— Yo diría que tienes determinación y a las personas les asusta que una chica de tu edad sea tan segura de sí misma, y más siendo hija de una mortifaga.
Sonreí de lado ante su comentario.
Llegamos al gran comedor y allí su grupo de amigos lo esperaba, él fue directo con ellos para poner su nombre en el cáliz.
Sonreí al notar que allí estaba Hermione. Claro, los de Gryffindor no se mostraron muy alegres con mi presencia.
— Hermione, es raro no verte en la biblioteca —le dije sentandome a su lado.
— Debo admitir que soy un poco curiosa y debía ver quiénes se inscribian.
— Pienso lo mismo.
Empezamos a hablar sobre moda mágica, ella no conocía mucho del tema, pero a mí me fascinaba y había crecido con el sueño de dedicarme a eso. Siempre había pensado que la ropa que vendían a los magos siempre era bastante simple, aburrida y anticuada, sin embargo siempre había querido mezclar el estilo muggle con la magia. Aunque aún me faltaba aprender demasiado.
Mientras hablábamos sentí una mirada sobre mí. Me giré y a mi espalda vi a Harry que estaba sentado junto a uno de los tantos hijos de Arthur Weasley. Le sonreí ligeramente y el pelinegro desvió la mirada, eso me causó gracia ya que me encantaba intimidar a la gente de esa manera.

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Amores Que Salvan
Fanfiction«El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca..., Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tene...