Parte 13

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|VICKY|

— ¡Te has pasado de la raya! —dijo Draco en voz alta—. ¡Tolere que te llevases con él y sus amigos tontos de Gryffindor, pero has sobrepasado el límite!

— ¡¿En qué te incumbe?! ¡Es mi decisión si me meto con Harry!

— ¡Sabes que no es así! ¡Esto no solo te afecta a ti! ¡No eres hija de cualquier bruja!

— ¡Lo sé! ¡¿Y debo condenarme a eso para siempre?!

Él no respondió. Sólo me miró.

Ambos discutíamos en el primer aula que pudimos entrar en el camino. En este caso el salón de defensa contra las artes oscuras.

— Vicky, te quiero. Hemos crecido juntos y has sido mi mejor amiga, pero lo que haces solo te hará un daño en el futuro.

— ¿Lo que hago o lo que siento?

— No debes...

— No puedo controlar lo que siento. Me gusta Harry y... No puedo ni quiero controlarlo.

— Sabes que si Lucius se entera de esto... Por las barbas de Merlín, no puedo ni imaginarmelo.

— Draco... —murmure intentando tomar su mano, pero él la apartó.

— Siempre han dicho que los de Slytherin somos unos egoístas, pero nunca lo hemos sido con los nuestros, ahora has roto la regla y también a mí.

— Malfoy...

Él salió del salón y quedé allí mirando a la nada. Estaba en aquella balanza entre dejarme llevar y pensar en las consecuencias de estar con Harry. Porque sabía que las consecuencias serían malas, muy malas.

— ¿Problemas? —dijo la voz de Ojo loco Moody saliendo de su despacho.

— Nunca faltan.

— En vez de estar pensando en los novios, deberías pensar en la prueba de mañana. ¿Ya has pensado cómo mantenerte tanto tiempo en el agua?

— ¿En el agua?

— ¡No lo has descifrado aun!

— Estaba en eso, pero... Malfoy me interrumpió.

— Lee mi mente.

Iba a protestar, pero solo suspiré y me concentré.

Debes encontrar un hechizo o elemento que te ayude a mantener debajo del agua por un largo periodo de tiempo.

— ¿Y cómo haré eso?

— No lo sé, ese es tu deber.

— También lo era descifrar el enigma, y usted lo ha hecho por mí, si me va a dar la información prefiero que me la dé completa.

Moody me miró con atención.

— Te pareces mucho a... Tu madre.

No supe si tomarlo como ofensa o cumplido, pero sí como despedida porque fue mi señal para abandonar el aula.

Por un momento quise volver al baño de prefectos, pero necesitaba pensar en muchas cosas. Así que preferí caminar pensativa por los pasillos.

— Chica Lestrange.

Me gire y vi a los gemelos Weasley viéndome como depredadores.

— Chicos Weasley.

— Nos hemos enterado de dónde será la segunda competencia y creemos saber cómo ayudarte.

— ¿Ah, sí? A ver, ¿De qué se trata?

— Verás, en nuestros planes está abrir nuestra tienda de bromas, así que hemos estado creando diferentes artefactos, y entre ellos terminamos creando una poción que te ayudará a respirar bajo el agua.

Amores Que SalvanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora