Capitulo 11: No te metas con Wei Ying

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Lan QiRen siempre fue bueno en todo lo que hacia estaba orgulloso de ser bueno en todo aun cuando estaba rompiendo una de las reglas de su secta.

Pero la aparición de una mujer con bella sonrisa hiso que su vida fuera puesta de cabeza.

Su nombre era Cangse Sanren la discípula de la gran inmortal BaoShan SanRen, una mujer intrépida, habil en el manejo de la espada, todo aquel que la enfrentaba perdía, no había nada en lo que no fuera buena.

Lan Qiren jamás había experimentado este tipo de sentimientos odio, envidia, frustración, para el esa mujer fue la perdición de todo lo que conoció, los elogios eran para ella, los reconocimientos, todo era para ella.

Esto nos lleva al presente a un Lan Qiren que esta viendo al hijo de esa mujer que siempre estuvo sobre de el y que nunca pudo superar.

Se dice a si mismo que no es ella, no es Cangse Sanren.

Pero al verlo le es difícil apartar la imagen de esa mujer.

Nuevamente sus conocimientos fueron limitados, el estilo de espada de su secta superado nuevamente.

No sabe que hacer como liberarse de esta frustración.

Por eso en este momento se encuentra gritándole a Wei Wuxian un -¡Eres igual que tu madre!

El ambiente que de por si ya era tenso se volvió sofocante.

La sonrisa que tenia Wei Wuxian desapareció, el brillo bromista que irradia desapareció y fue cambiado por una mirada fría y sofocante, todos palidecieron mas de lo que ya estaban, el salón se envolvió de una gran y sofocante pesadas que dejo a todos paralizados en sus lugares.

Cuando un frio y escalofriante aire recorrió toda la medula de los presentes y de el mismo, Lan Qiren pudo notar cual fue su error.

Pero aun notándolo jamás se disculparía, el era el mayor, era el maestro y era el líder interino de la secta. No iba a disculparse con un mocoso arrogante como el.

-¿Igual que mi madre?-pregunto lentamente, todos los presentes sintieron muy intimidantes esas palabras pero no lo iban a reconocer-si el Gran Maestro Lan- enfatizo con burla- se refiere a una cultivadora a la que ni volviendo a nacer podría tan siquiera alcanzarle los talones me sentiría infinitamente halagado- comento con calma.

-Después de todo usted y yo sabemos perfectamente que en cada duelo que tenia con ella la espada de mi madre siempre terminaba en su cuello- dijo tranquilamente ignorando los jadeos sorprendidos de sus compañeros.

-Tu!-solo pudo decir, un montón de jadeos se escucharon

-Si se refiere a su inteligencia y conocimientos inigualables debería también agregar la creatividad y audacia de mi padre, también son cualidades que herede.

Si iba a decir algo ya no pudo seguir con la mención de la otra persona.

-Pero si lo hace refiriendo se a ellos de una manera negativa solo demostraría que su nombre y el de su secta les queda muy grande.

-Según recuerdo hablar mal de los muertos o algo así esta escrita en sus preciadas reglas, no creo correcto que atacar a un discípulo y referirse groseramente a sus muertos este bien.

-No me interesan sus reglas, no soy parte de su secta, pero le pido respeto a mis muertos

-Todavía recuerdo al maestro Lan visitandonos en Yiling unas semanas antes de la muerte de mis padres, ellos murieron hace diez años y jamás he visto presentar sus respeto hacia ellos no es así TIO LAN, sus acciones solo me demuestran que mis muertos no son tan importantes como los suyos.

UNA NUEVA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora