La zona Norte de la ciudad estaba completamente atemorizada, no podían salir sin sentir miedo alguno, estaban desesperados.
Algo o alguien los estaba matando, lenta y dolorosamente. Algunos pensaban que se trataba de un lobo, pero... ¿y si en realid...
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El sereno nocturno calaba los huesos de quién estuviese fuera de casa a esas altas horas de la noche.
Solo la gran reunión de las familias adineradas de ese sector de la gran ciudad se atrevían a salir, armando un gran banquete para celebrar su "amistad", o dicho de otra manera: celebrar sus negocios.
Para nadie era un secreto que los hombres cabeza de cada familia se envidiaban entre sí, algunos hasta se habían atrevido a meterse con la esposa de alguno de sus "amigos", pero ese tema no le competía a sus hijos varones, los marginados u ovejas negras de cada familia.
Siempre se reunían en un pedazo del patio a donde no llegaban los invitados, además sus padres tampoco les decían nada mientras no los avergonzaran en público.
Se diferenciaban en edad solo por unos cuantos años, sin embargo solían tener pensamientos similares su disfrutar de su tiempo juntos.
Kim YoungJo, hijo del contador de la ciudad; Lee SeoHo, hijo del mejor diseñador industrial del país; Kim GeonHak, hijo del alcalde; Lee KeonHee, hijo del empresario más exitoso de la región; y Yeo HwanWoong, hijo del dueño del teatro más prestigioso del país. Los cinco ya estaban realizando sus estudios universitarios, siguiendo el mandato de sus padres para que continuaran con el renombre familiar: contaduría, diseño industrial, política, economía y negocios respectivamente.
ㅡNo entiendo porqué siempre tienen que restregarse en la cara sus nuevos logros ㅡlargó KeonHee, soltando un sonoro suspiro mientras se tumbaba en el césped del jardín.
ㅡAl menos siéntate bien ㅡle dice GeonHak, halándolo del brazo para hacerlo incorporarㅡ, te vas a ganar un grito de tu padre.
HwanWoong se limitaba a observarlos mientras se preguntaba dónde estarían los otros dos mayores. Normalmente notaba que KeonHee se sentía más cómodo con la hermandad de GeonHak que con la de YoungJo y SeoHo, sencillamente porque era el único que no era tan fastidioso ni cabeza dura, era alguien serio y de confiar, justo como un hermano mayor.
ㅡ¿Se puede saber dónde estaban? ㅡexigió GeonHak apenas vio a los otros dos llegando hasta donde ellos, con los cuellos de sus camisas desarregladas y sus cabellos despeinadosㅡ Mejor cállense, ya entendí.
