La zona Norte de la ciudad estaba completamente atemorizada, no podían salir sin sentir miedo alguno, estaban desesperados.
Algo o alguien los estaba matando, lenta y dolorosamente. Algunos pensaban que se trataba de un lobo, pero... ¿y si en realid...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
DongJu observaba a los cinco chicos un poco conmocionados por lo que acababan de oír. Tal vez también estaban un poco nerviosos, o al menos eso le decía su olfato.
Y gracias a eso él también se estaba poniendo nervioso.
Respiró profundamente, pues su historia aún no terminaba allí. Ya supieron lo malo, pero era justo que les contara lo bueno.
Era justo que les hablara de ella.
·
·
·
La conoció en una tormentosa tarde del siglo XIV.
Aquel día había decidido ir a buscar algo para comer, saliendo finalmente de la cueva en la que había decidido vivir durante tantos siglos, en una especie de hibernación casi eterna.
Había muchedumbre cerca al puesto de frutas al que se dirigía. Se acercó, curioso, a observar que ocurría.
Allí la vio, una mujer un poco voluptuosa, de bellos cabellos azabaches y rostro delicado, sus manos tenían una especie de grabado en forma de telaraña y su mirada estaba llena de vida. Había sido arrojada al suelo y embarrada de lodo, tomates y huevos podridos por parte de los reunidos en torno a ella.
No podía soportarlo, le parecía injusto que estuviesen tratando así a una mujer tan bella.
Caminó con firmeza hasta el centro del círculo y le tendió su larga chaqueta remendada a la mujer, para arroparla. La cubrió con su espalda y dedicó una mirada furiosa a quienes le abucheaban.
Gruñó.
Se dio vuelta y la ayudó a ponerse de pie para luego caminar junto con ella a un lugar menos concurrido. Nadie los siguió, por suerte.
ㅡGracias ㅡdijo ella, sacando un pañuelo de la pretina de su falda para limpiarse un poco el rostroㅡ, no tenías que hacerlo, pero gracias.
