La zona Norte de la ciudad estaba completamente atemorizada, no podían salir sin sentir miedo alguno, estaban desesperados.
Algo o alguien los estaba matando, lenta y dolorosamente. Algunos pensaban que se trataba de un lobo, pero... ¿y si en realid...
Un gruñido proveniente de GeonHak, quien nuevamente había cambiado su forma, resonó bajito en la habitación.
HwanWoong se acerca hacia el peludito de pelaje azabache, intentando apaciguarlo.
ㅡNo podemos ir ㅡle dice, recibiendo una mirada entristecida como respuesta. Abraza al lobito, sintiendo el aura triste que le recorríaㅡ. Va a estar bien, ¿sí? Él prometió que... que estaríamos juntos...
ㅡJamás lo dijo ㅡinterrumpió YoungJo, un poco dolidoㅡ. Solo dijo que nos amaba y ya.
ㅡJo... ㅡla voz de Hwan sale casi inaudible, mientras el lobito al que abrazaba temblaba entre sus pequeños brazos, liberando pequeños chillidos de angustia.
KeonHee se había mantenido dormido, cambiando de forma cada tanto.
ㅡSeoHo ㅡla voz se oye desde afuera, era su madreㅡ, abre por favor.
Entre los cinco se miran.
Inmediatamente meten a KeonHee al baño privado y a GeonHak también, no podían arriesgarse.
ㅡ¿S-si? ㅡinquirió, abriendo la puerta.
La mujer ingresa, notando a Kim y a Yeo recostados en la cama de su hijo, estos fingían estar dormidos.
