La zona Norte de la ciudad estaba completamente atemorizada, no podían salir sin sentir miedo alguno, estaban desesperados.
Algo o alguien los estaba matando, lenta y dolorosamente. Algunos pensaban que se trataba de un lobo, pero... ¿y si en realid...
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Lee KeonHee arrastró de la mano al humano mayor para incorporarse al abrazo dado en el sofá por los otros cuatro.
El ambiente estaba tenso, pues no sabían en qué momento DongJu se descontrolaría y el hecho de saber que los dos pelinegros estaban a punto de dar a luz no ayudaba mucho con los nervios.
Aunque había alguien a quien al parecer no le importaba demasiado ninguna de las dos situaciones, puesto que se abalanzó hacia el lobo a besarlo con bastante intensidad. Lee SeoHo definitivamente tenía un tornillo flojo y lo peor es que, al vivir una situación sumamente similar, Kim GeonHak lo secundaba.
El de cabellos platinos había sido tomado por sorpresa y, por más terror que tuviera sobre cómo se desencadenarían las cosas cuando el reloj finalmente marcara las doce del día siguiente, no podía decirles que no a ambos preñaditos, les destrozaría de negarse. Así que tomando un gran riesgo se dejó besar una y otra vez por ambos.
Aún así, DongJu no sería la única víctima, puesto que justo después el menor de los Kim se giró hacia Yeo para besarlo también, sorprendiéndolo debido a que no se esperaba aquel cambio de objetivo.
El Lee mayor cambió de objetivo aunque por partida doble, puesto que tomó del costado del rostro a YoungJo y a KeonHee, uno con cada mano, y los acercó hasta que pudiesen intercambiar un beso desarreglado y hambriento por parte del de ojos pequeños.
El alfa estaba aturdido, no sabía muy bien lo que estaba ocurriendo, sin embargo intentaba ignorar la voz de su instinto cegado dentro de su cabeza, si no lo hacía temía hacerles daño a los chicos.
ㅡSeoHo ㅡmurmuró el moreno entre el besoㅡ. Ho, ya para ㅡnotaba hacia dónde es que ambos pelinegros pensaban llevar la situación, pero aquello era de todo menos seguro. Aunque al parecer KeonHee también había sido contagiado con aquella mística aura atractiva, puesto que en cuanto fue soltado por los mayores se abalanzó con suavidad hasta DongJu y comenzó a dejarle pequeños besitos por todo el rostro.
El Lee pelinegro parecía no querer escuchar, puesto que seguía haciendo hasta lo imposible para lograr que Kim le dejara seguirlo besando.
ㅡYoungJo tiene razón ㅡmurmura HwanWoong tomando pequeñas bocanadas de aire, GeonHak definitivamente sabía cómo dejarlo sin aliento pero ese no era momento para aquello. El pelinegro frente a él hizo un puchero mientras bajaba la mirada, algo dolido. HwanWoong acuna su rostro para obligarlo a mirarlo mientras hablaraㅡ. Ustedes dos están a punto de dar a luz, no es seguro hacer... lo que sea que estuvieran pensando en hacer.
