Lo mejor que Agnus sabe hacer es escribir. Su vida cambió desde que una tarde de verano conoció esa página de historias en línea y decidió subir las suyas. Lo que no espera, es que su vida vuelva a cambiar con la llegada de un huracán de delirios, r...
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La situación es así: me eligieron para ser la protagonista de "La teoría de los Sapos" junto a Sebastián. No sé cómo sentirme al respecto por su cercanía que cada vez se me hace natural y necesaria. Tan necesaria que asusta y me vuelve loca.
"Lluvia en París", fragmento de @BeautifulDecember.
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Frustrado. Sí, exactamente es como me estoy sintiendo ahora. La culpa y el arrepentimiento me habían carcomido a tal punto de hacer algo para remediar mis equivocaciones, por ese motivo reparé la torre de Agnus y le compré una caja, que hasta a mamá le fascinó. Entonces al día siguiente ella no es capaz ni de mirarme y sus amigos no dejan que me acerque. ¿Qué más se supone que debía hacer? Me veo obligado de mover cielo y tierra para llamar su atención, ya que ella no me registra en ningún momento del día. Pero ¿me sigue haciendo bromas?
Exponerme con todos nuestros compañeros fue el colmo. Según ella no fue su intención y que Benjamín tuvo la culpa al confundir las tarjetas de memoria. Si así fuera el caso, ¿qué hacía él con fotos tan horrendas como esas en una memoria? Si no era en historia, iba a ser en otra materia o tal vez en redes sociales. Estoy comenzando a entender a los demás alumnos que se solidarizaban conmigo y se acercaban para decirme que es una lástima que los traficantes me hayan agarrado de blanco para sus bromas. Esos sí que le tenían miedo a ese grupito de neandertales y no es para menos.
Me encontraba con Blake en el jardín interno del colegio. Vinimos a almorzar a este lugar para respirar un poco de aire fresco y no estar tan encerrados en esa cafetería. Pero ¡oh, terrible casualidad! ¿Quiénes estaban a unos metros más allá? Sí, el humano en compacto de Agnus y sus secuaces. Aprovechando toda mi rivalidad y diferencias con ellos, miraba a Blake y me preguntaba cómo hacer para que él hable con Candela, porque sinceramente, eso me ayudaría bastante. La come gusanos podría darle información jugosa de microbio, que me ayudaría para nuestro juego. Cosas que puedan enfurecerla sin herir sus sentimientos ni tocar asuntos personales como lo sucedido con su papá. Pequeños detalles que puedan divertirme de ella.
Aprovechando que Blake estaba contemplando a la amiga de la psicótica en miniatura, lo miro con una enorme sonrisa antes de decirle:
―Okay, Blake, hoy es tú día ―le animé―. La come gusa... Candela, podrá salir contigo si es que te atreves a invitarla, claro.
