Capítulo 42: El libro de Adam.

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―No, Santiago, me lastimaste, en nuestra primera y última cita me ignoraste y te mantenías mirando todo el tiempo el celular

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―No, Santiago, me lastimaste, en nuestra primera y última cita me ignoraste y te mantenías mirando todo el tiempo el celular. Me abandonaste para que yo tomara un taxi sola... y los días siguientes me ignoraste ―Negó con la cabeza―. Además, te vi besándola. No digas que me extrañas cuando hiciste todo lo contrario para demostrarlo.

―Lo siento, lo siento tanto ―Solo pudo decir. Sabía que no había retorno.

"Y todo por callar", novela de @BeautifulDecember.

Mamá terminó de arreglar mi cabello rizándolo en las puntas; ese era el último detalle para estar completamente lista

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Mamá terminó de arreglar mi cabello rizándolo en las puntas; ese era el último detalle para estar completamente lista. Además, me regaló un precioso vestido azul oscuro, con un cuello de camisa bordado con pequeñitas lentejuelas doradas. Era un sueño y pretendía que esta noche también lo fuese. La cena de egresados del último año se celebra dentro de un poco más de una hora y me sobran las expectativas. Este evento no es como los bailes escolares que vemos en las películas, aquí también asisten las familias e incluso hasta ellos también bailan.

Me miré al espejo con una sonrisa al sentirme linda, al sentirme viva y que hoy todo saldrá bien.

―Estás muy linda, mi Agnus ―Mamá llegó a mi lado abrazando mis hombros―. Eres toda una mujercita. Parece que fuera ayer cuando aprendiste a caminar y mira ahora.

La abrazo fuerte.

―¡Una princesa! ―exclama Anto al aparecer por la puerta de la mano de Fabri.

―Estás muy linda ―Me dice mi hermano, que lleva un traje con un moño negro.

―Gracias, tú también ―Le di un beso en la mejilla y él se quejó quitándose la mancha de lápiz labial.

Miro el reloj y me doy cuenta que en treinta minutos Austin debe pasar a buscarme. Mamá y mis hermanos se terminaban de preparar y aproveché para seguir mirándome en el espejo. Pensé en todo lo que me había sucedido en estas últimas semanas. Muchas veces nos suceden cosas que jamás planeamos o que pensamos que enfrentaríamos. Pensé que este año sería normal, estudiando para la universidad, tachando los días para comenzar a "vivir" realmente mi vida. Sin embargo, me di cuenta lo equivocada que estaba. No me ponía a pensar que cada vez que me despertaba con mucho sueño para ir al colegio ya estaba viviendo mi vida. También cuando me la pasaba con mis amigos riéndonos por nada, incluso cuando mi delirante novio me tomaba de las manos. Ni hablar cuando sonreía después de hacer click en "publicar" cuando terminaba de escribir un capítulo de mis historias. Eso es parte de crecer; te das cuenta de las pequeñas cosas que hacen tu vida y no esperas que un suceso magnífico te ocurra para creer que así vale la pena vivir. Aprovechas todo lo que te ocurra y aprendes de todo... y sobre todo aprendes a ser agradecida.

Fuera de WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora