Parte 4

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Hermione jugaba con Teddy a la pelota en el patio trasero de casa de los Potter.

Habían pasado 4 largos días desde la visita a la prisión y todavía no tenían ninguna respuesta.

Ese domingo estaban todos reunidos para una barbacoa en Grimmauld Place, una costumbre que habían adoptado desde que terminó la guerra e intentaban cumplir una o dos veces por mes.

Ron estaba bebiendo junto al fuego con Harry y Lupin.

Miraba con ojos embelesados a Hermione mientras jugaba con el pequeño niño.

Él quería eso, su propia familia. Quería ver sonreír de nuevo a su prometida. Desde que volvió de esa fatídica visita, la castaña estaba taciturna, apagada. Apenas hablaba con él y lo poco que se habían dicho había sido para discutir.

-¿Hermione está bien? - preguntó Lupin antes de dar un trago a su cerveza mientras la veía jugar con su pequeño. Ron suspiró.

-No lo se. Sinceramente no lo se. - respondió muy abatido.

-Anda preocupada por lo de Sna..

-¡No lo menciones, Harry! - dijo Ron molesto.

-Ron, sabes que él no es mala persona. - dijo Lupin intentado mediar y suavizar la situación. - Tomó malas decisiones pero ya ha pagado por ello.

-No te digo que no, pero ¿porqué tiene que involucrar a mi prometida?

-Tío, ella se preocupa. Forma parte de su departamento, no es como si él le hubiese pedido nada... - dijo Harry mientras vigilaba la carne.

-No me gusta. Concededme eso al menos.

Lupin le sonrió con amabilidad y Harry le palmeó el hombro.

Hermione se acercó a ellos con el pequeño Teddy en brazos.

-Este pequeñín tiene hambre. - dijo mientras besaba una de las regordetas manos del niño.

-La comida ya casi está, ven con papi – dijo Lupin alargando los brazos a su hijo. El niño saltó a los protectores brazos de su padre.

-Herms, te queda bien un niño en brazos. - dijo Harry guiñando un ojo a su amiga. 

 La castaña empalideció a la vez que su prometido se sonrojaba furiosamente hasta las orejas

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La castaña empalideció a la vez que su prometido se sonrojaba furiosamente hasta las orejas.

-Si, bueno, supongo... - dijo ella algo cohibida sin saber muy bien cómo responder a eso.

-¡Dejala, Harry! - Intervino Ginny que se había acercado a ellos entre risas mientras hacía levitar una gran fuente de ensalada hacia la mesa. - No la presiones más. Todavía tiene que terminar de preparar su boda, ¡todo a su tiempo!

-Serías una madre estupenda. - dijo Ron mientras la rodeaba con el brazo y la besaba en la frente. Hermione era evidente que se sentía incómoda. Su silencio la delataba.

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