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Nota: Me disculpo por no haber actualizado hace rato. Los dejo en su lectura, nos vemos abajo.

"Un bicho inservible que cree no poder tocar el pétalo de una rosa.

Su autoestima es tan baja como lo que ha tenido que hacer para sentirse a su altura.

El pétalo llorar por no tener su atención,

El rocío solo puede rodearla, pero solo es momentáneo.

No como el deseo que persiste por ser tocada por él".

-Elizabeth B.-

Lena

Salimos del departamento de Kara. Yo de tras de ellas hasta que la ojiverde detiene su andar.

—Alex adelántate, tengo algo que hablar con ella —la pelirroja frunce el ceño hacia ella y sin rechistar se marcha dejándome sola con ella.

La miro expectante con neutralidad, mientras por dentro me muero de nervios «Kara y ella se conocen ¿Me va a amenazar o algo?» señala el camino en señal de que sigamos.

—Hola, soy Lucy —se presenta cordialmente.

—Soy Lena —respondo de igual manera.

—Bien, pude notar como te llevas con Kara, pero... ¿Tienes otras intenciones? —se cruza de brazos y me mira con seriedad.

—¿Disculpa? —«¿acaso me amenazara?».

—¿Tienes otras intenciones? —repite —Solo se honesta —suspira.

—¿Por qué te interesas en el tema? —frunzo el ceño.

—Porque me importa Kara —sonríe levemente —Te gusta Kara ¿verdad? —niego levemente y ella frunce su ceño sin entender.

—No solo me gusta. Estoy enamorada de ella y la amo profundamente —escucha con atención.

—Eso quería escuchar —sonríe con los ojos vidriosos.

—¿Por qué? —la miro con curiosidad.

—Por lo que tengo entendido tu y ella sufrieron y la lastimaste —agacho la cabeza como niña regañada —Cuando amas a alguien sabes que la han lastimado y te encargas de encontrar el culpable, sin embargo, las chicas me lo contaron todo jeje —ríe —Así que, ocupas ayuda —la miro con curiosidad.

—¿Disculpa? Hace un rato parecía que me amenazarías y ahora ¡¿me ayudaras?! —pregunto incrédula viéndola de frente.

—Oh y ni pienses que no estoy enojada contigo por lo que le hiciste a mi queri- a Kara, pero me importa tanto, que quiero que tenga su felicidad y por lo que veo tú lo eres —suspira.

—Gracias —agradezco.

—Bien, nos veremos luego e iré con ideas para que la conquistes —abre la puerta de la entrada para que salgamos.

—Pero no sabes cómo encontrarme —menciono.

—Oh, créeme que si. ¿Te dije que tengo mis secretos? —la miro sin entender —shhh —hace con sus dedos un acto de guardar silencio.

—Bien, hasta luego Lucy —me despido y ella igual lo hace. Sé marcha metiéndose a un carro donde seguramente se encuentra Alex.

Lucy

—¿Qué fue todo eso? ¿Por qué pediste que te dejara hablar con ella? ¡Carajo! ¿la amenazaste? —pregunta al momento que subo al auto.

—Tranquila Alex, solo hable con ella y también para ofrecerle mi ayuda para conquistar a Kara —sonrío dulcemente.

El dolor que dejas marcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora