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Nota: Pido disculpas por ausentarme este fin de semana, pero, les traigo capítulo nuevo, yeiiiii, los veo abajo....


"Dicen que soy demasiado joven para amarte

Que no sé lo que necesito

Creen que no entiendo

La tierra de la libertad de los setenta 

Creo que soy demasiado buena para conocerte

Dices que soy como el hielo, que congelo

Estoy escribiendo novelas como

Poesía rítmica en las anfetaminas"...

Brooklyn Baby - Lana Del Rey

Lena

Una radiante rubia habré la puerta para mí.

—¡Viniste! —me jala y me funde en un abrazo el cual le correspondo.

—Así que, tú eres Lena —me señala una pelirroja.

Trago saliva en seco y me separo del abrazo.

—Hola buenas tardes, y si, soy Lena, pero ya nos habíamos presentado —hablo formal y veo como la alta castaña le da un codazo a la pelirroja.

—Te he dicho que no es bueno señalar a la gente —le susurra la castaña.

—Perdón —se recompone y soba el lugar donde fue golpeada —Si, es cierto. Es bueno verte de nuevo Lena —me relajo.

—Perdona su falta de educación. Y mucho gusto soy Diana, pero ya nos habíamos presentado ¿cierto? —asiento de acuerdo —Entra y se bienvenida —ofrece su mano y la saludo cordialmente —Alex —nombra a la chica detrás de ella y se acerca lentamente a saludar.

—Ups —ofrece su mano.

—El gusto es mío —observo a ambas mujeres frente a mi —Por cierto, me tome el atrevimiento de traerles esto —señalo la botella de vino que escondía tras de mi.

—Awww, te dije que no tenías que traer nada —reprocha Kara.

—Déjala. Ella quiso traerlo con gusto ¿verdad? —sonríe Alex y Kara la fulmina con la mirada.

—Si —dejo la botella sobre las manos de Alex para evitar que la regañen más —Por cierto ¿y Streaky? —pregunto al no ver su presencia.

La pelirroja camina a la cocina y Kara señala el lugar para que caminemos a él.

—Estará en la veterinaria por unos días porque está en su tratamiento de vacunas, ya que es casi un lobo —ríe tiernamente.

—Ohh lo vere después entonces —hago una mueca.

—Si, por cierto, gracias por el Vino Lena —agradece Diana mientras caminamos al lugar —¿Te dijo Kara que comeremos comida china? —niego lentamente.

—Amarás comerlo. Kara voló hasta allá y los trajo para que pudieras disfrutarlo mejor —explica la pelirroja.

—¡Alex! —reprocha —Siéntate Lena —jala una silla para que me siente y cuando lo hago ella lo empuja acercándome a la mesa.

El dolor que dejas marcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora