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NOTA; ufff aquí aprendí que solo tengo inspiración en la noche, pero que igual es malo para la vista. Bueno los dejo y los veo abajo.

"si pudiera verte vida.

Quizás podríamos llegar a un trato,

Quizás podríamos jugar a algo."

-Elizabeth B.-

Kara

Al despertar escucho como las sirenas van hacia algún edificio. Yo solo me quedo observando el techo sobre mí, con inseguridades por dentro «podría ser culpable de otra muerte. Ni siquiera pude proteger de mi propia hermana» una lagrima resbala por mi rostro.

Me recuesto e intento pensar en algo más, pero eso fue lo peor que pude hacer porque de nuevo los recuerdos de ese día vienen.

....

—Kara...déjame... ir ... todo... estará bien...—intenta limpiar mis lagrimas con su mano y yo la sostengo sintiendo como sus fuerzas se acaban.

—Todo estará bien...eres ....la mejor hermana —Es lo último que digo al momento que siento como mi hermana desfallece sobre mis brazos.

Lagrimas caen sin parar y dejo de escuchar el latido de su corazón. El corazón que tantas veces escuche latir.

Mantengo el cuerpo inerte de mi hermana sobre mis piernas y la arrullo recordando lo mucho que le gustaba que la arrullara.

.....

Suspiro y salgo rápidamente del departamento a cualquier lugar.

Sin pensarlo llego de nuevo al lugar de batalla y caigo sobre la nieve. Miro a mi alrededor y solo pienso en las horas que tuve a mi hermana sobre mi regazo.

Caigo de rodillas y lanzo a mi alrededor mi visión calorífica. No es suficiente lo que hago porque la culpa sigue carcomiéndome. «Solo tenía una cosa que hacer. Cuidar de mi hermana y protegerla» lanzo mi visión calorífica hacia las palmas de mi mano, aun sintiendo el ardor y las ganas de quitarlas no lo hago. Cuando no aguanto más sostener mi mirada, caigo de lado viendo como mis palmas empiezan a cicatrizar.

Me levanto del lugar huyendo de los recuerdos y vuelo hasta el acantilado de nuevo. Observo con detenimiento el lugar, el lugar que me ha acompañado a despejarme del mundo.

Las horas pasan y me quedo ahí bajo la luz de luna.

...

¿Qué crees que haces? —cuestiona.

—Déjame —suplico bajo las mantas.

—Mamá me dijo que estabas enferma —se acuesta a lado mío.

—Ka-El se enfermó y me lo paso —respondo descubriendo mi rostro.

Humm que mal —hace una mueca —Te había traído tu postre favorito. Mamá lo hizo hace rato para que te pusieras mejor, pero si estás enferma.... creo que me lo comeré —me siento rápidamente en la cama.

—¿Enserió? —pregunto con esperanzas.

—Sip, mira —ofrece un recipiente con un postre Kyptoniano,

—¿Puedo? —acerco mi mano.

—No —responde seriamente.

—Pero —saco mi puchero.

El dolor que dejas marcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora