Capitulo 59

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Fecha: 22 de febrero de 1547

Abdullah se encontraba en sus aposentos junto a su favorita, había recibido una carta del sultán, con una orden clara, debía ejecutar a Hasret por traición, pues se le había encontrado culpable de complicidad en la traición de Mehmed.

El joven príncipe releyó las lineas escritas en la carta nuevamente, negándose a creer lo escrito, mientras pensaba como resolver la situación.

— Mi príncipe, ¿que lo tiene tan preocupado? — Rabia masajeo sus hombros, tratando de liberar la tensión en ellos, mientras le daba una dulce sonrisa.

El la miró con preocupación, la amaba con locura, mas de lo que amaría a cualquier otra mujer y ella llevaba en su vientre a su hijo, no debía preocuparla, pero tenia que decirle la verdad.

— El sultan me ha ordenado la ejecución de la sultana Hasret. — ella lo miró con asombro. — Bayaceto viene hacia acá, si no cumplo con la orden, yo seré quien sea ejecutado por el.

— Abdullah, no puedes arriesgarte. — ella lo miró asustada. — Cumple con la orden de su majestad, te lo suplico.

— No puedo hacerlo Rabia, le prometí a mi hermano cuidar de su esposa y de sus hijos. — el negó. — El sultán lo ejecutará y como las leyes lo mandan, matará a Osman y a Ahmed, no puedo permitir que eso suceda.

— Abdullah olvida esa estúpida promesa. — ella negó. — No vale la pena arriesgar tu vida por la sultana, yo entiendo que ella pueda ser inocente, pero piensa en mi por favor, piensa en nuestro hijo.

Ella tomó la mano del príncipe poniéndola sobre su abultado vientre, tratando de convencerlo.

— Rabia, por el bien tuyo y de nuestro futuro hijo es que no voy a cumplir con la orden de su majestad. — el la miró. — No permitiré que mi hijo crezca sabiendo que su padre mató a alguien inocente para sobrevivir, ¿donde quedaría mi integridad si hago algo como eso?

— Eso no importa Abdullah, no puedo perderte. — ella lloró.

— Rabia, tranquilizate, lo solucionaré, te prometo que así será. — el acarició su mejilla, dejándola en los aposentos para ir en busca de Hasret.

La encontró rápidamente, estaba junto a todas las sultanas en el jardin, todas intentaban contenerla y evitaban dejarla sola, pues aunque no tenian conocimiento de lo que ocurría, sabían que planeaba ir en busca de Mehmed.

— Taslicali, Malkoçoğlu. — Abdullah llamó la atención de ambos. — Quiero que cuiden a la sultana Hasret, nadie puede acercarse a ella, ni siquiera sus criadas mas fieles.

— ¿Que está pasando Abdullah? — Hürrem lo miró.

El príncipe cerró los ojos tratando de encontrar las palabras precisas para explicarle todo a su madre, pero ¿como le diría que su hijo venia en camino para asesinarlo? ¿como le diría que su propio hijo habia sido quien condenó a Mehmed a la muerte?

— Madre. — el la miró, debía ser sincero. — El sultan ha acusado a Mehmed de traición.

— ¿Que dices? — Şahrazad lo miró impactada, intercambiando miradas con Mahidevran, quien no entendía lo que pasaba.

— Recibió una carta, tenia el sello de Mehmed e iba dirigida al Sah de Persia. — miró a Mahidevran, para después mirar a su madre de vuelta. — Raziye y Bayaceto fueron quienes le tendieron esa trampa.

Mahidevran cerró los ojos decepcionada, ¿como podía su hija haber hecho algo así? Estaba tan arrepentida por todo lo que habia pasado, que en el fondo sentía que esto también era su culpa.

Hasret ||•Şehzade Mehmed•||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora