Capitulo 40

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Manisa 10 de enero de 1547

Mehmed corrió con felicidad hacia Hasret, besando su frente y levantándola en el aire, mientras sus hijos reían.

- ¿Mehmed que pasa? - rió la rubia.

- ¡Mi madre volvió, está viva amor, está viva! - gritó mientras volvía a besarla.

- Que felicidad amor. - Hasret sonrió genuinamente.

- Debemos ir a la capital ahora. - sonrió. - Ilyas, ordena que tengan listo el carruaje de la sultana.

- Como ordene alteza. - asintió, reverenciando y saliendo de ahí.

- Cennet, ordena que preparen las cosas de los niños y de la sultana. - Mehmed ordenó, mientras la mujer asentía.

- Mi amado príncipe, tu rostro luce feliz. - sonrió Hasret.

- Es porque me siento completo al fin mi amada sultana. - el acarició su mejilla. - Tengo 6 preciosos hijos, una hermosa esposa, quien además es el amor de mi vida y mi madre apareció sana y salva, tengo todo en la vida.

- Te amo Mehmed. - la rubia sonrió.

- Te amo mas que a nadie Hasret, el amor que siento por ti, no se extinguira ni con la muerte amor mio. - el besó su frente.

"El verdadero amor va mas allá de todo, es mas fuerte que cualquier cosa, es verdaderamente indestructible."

Hasret fue a sus aposentos después de eso, Mehmed tenia que dejar todo en orden antes de partir, su padre le había pedido que así fuera y que esperaba verlo pronto en la capital, pues quería celebrar por todo lo alto el regreso de su amada sultana.

- Cennet, trae a Alev, me dijo que necesitaba hablar conmigo. - ordenó la rubia.

- Enseguida sultana. - la mujer reverenció y salio de los aposentos.

Flashback

Hasret caminaba por los pasillos del palacio sola, estaba agobiada por todo lo que habia sucedido desde la enfermedad de Mehmed y necesitaba un poco de aire fresco.

- Sultana. - una mujer llamó su atención al final del pasillo, parecía estar lastimada, pues tenia una mueca de dolor en el rostro.

- Oh por Allah, ¿que te ha sucedido mujer? - Hasret se acercó rápidamente a ella, tratando de ayudarla, pero esta saco una daga de si vestido y la puso en su cuello, amenazando con cortárselo. - No se mueva sultana.

Hasret se golpeo mentalmente, era obvio que nada bueno saldría si iba en auxilio de una mujer que ni siquiera conocía y estaba en la parte mas alejada del palacio, era tan irónico como ilógico.

- Sabes que puedo ofrecerte mas de lo que te ofrecieron. - susurró la rubia con calma. - Puedo darte todo lo que imagines...

- No, no puede. - negó la mujer con miedo. - Mataran a mi familia si no la mato.

- Puedo salvarlos, los puedo enviar a Francia, darles un techo y dinero para que sobrevivan. - ella trataba de que entrara en confianza para arrebatarle la daga.

- Se lo que intenta sultana, no se mueva. - gritó asustada la mujer.

- No lo haré, no voy a moverme, tranquila. ¿Como te llamas? - preguntó.

- Soy Hatice. - ella respondió con miedo y la rubia negó, la joven no parecía tener mas de 15 años, era normal que estuviese tan asustada.

- Bien Hatice, ¿quien te ha enviado? - la sultana suavizó su rostro, si, tenia miedo, pero no iba a demostrarlo. - Vas a matarte de igual forma, así que merezco saber quien te lo ordenó.

Hasret ||•Şehzade Mehmed•||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora