Hasret ||•Şehzade Mehmed•||

Capitulo 72

Mehmed abandonó la tienda por completo, escuchando gritos de Selim afuera, el principe estaba a punto de iniciar una guerra, pero se detuvo al verlo salir del lugar.

Las miradas de todos estaban posadas sobre el, todas llenas de confusion y otras pocas rebelando un rastro de alegría al verlo nuevamente.

Selim lo miró suspirando de alivio, su hermano estaba vivo, aun estaba vivo, sonrió genuinamente, hasta que se percató de lo que sucedía, Mehmed estaba gravemente herido y tenia en sus manos la espada y el anillo del sultan.

Lo miró a los ojos, mientras el príncipe asentía hacia el, confirmándole lo que ya pensaba, había asesinado al sultán.

Engin paşa lo miraba con terror, sin poder creer lo que sus ojos veían, había seis verdugos adentro, ¿como era posible que el príncipe sobreviviera?

Ilyas entonces lo miró, ordenandole a unos hombres detenerlo cuando trataba de huir, el iba a pagar lo que había hecho.

Mehmed avanzó un par de pasos más, dándoles una mirada a todos los presentes, lo único que quería era llegar a la capital, debía ver a su Hasret, necesitaba saber que ella estaba bien.

De pronto su paso se vio obstruido por Selim, quien se acercó a el, poniéndose de rodillas cuando entendió lo que había sucedido.

— ¡Mi sultan! — gritó.

Todos repitieron entonces la acción, poniéndose de rodillas y llevando una mano a su corazón.

Mehmed miró a su hermano, quien permanecía con la cabeza agachada frente a el, fue entonces que observó el anillo en sus manos y lo colocó en su dedo, haciendo a todos una señal para que se levantaran.

— ¡He venido aquí aceptando mi destino! — gritó. — Estaba listo para aceptar cualquier orden que el sultan Suleyman tuviera para mi, me he arrodillado frente a el y he pedido perdon por un crimen que no cometí, aun así el decidió que yo fuese ejecutado, lo he asesinado en defensa propia.

El ahora sultan sentía la necesidad de explicar lo que habia sucedido, pues quería que todos tuvieran claro todo.

— Hermano. — Selim lo miró con confusión al ver como su rostro perdía el color.

— Selim. — susurró el, desvaneciéndose.

— Mehmed. — el pelirrojo lo miraba desesperado.

— Debo ir a Estambul Selim, mi Hasret está en peligro. — susurró, mientras el pelirrojo negaba.

— Primero deben atenderte hermano. — Selim observó a su alrededor. — ¡Nuestro sultán necesita un medico!

El jefe jenízaro rápidamente ordenó a los soldados llevar a Mehmed a la tienda, siendo seguido por los medicos, quienes curaron sus heridas, asegurándole al principe que estaría bien.

— Organicen un funeral para nuestro sultán Suleyman. — ordenó Mehmed. — Selim será quien lo escolte hasta la capital, yo debo irme ahora mismo.

Selim lo observó en silencio dar ordenes, mientras negaba, pero sin decir nada, hasta que todos se fueron, dejándolo solo.

— No puede ir a la capital así su majestad. — Selim lo miró.

— Selim, debo ir a asegurarme que Hasret esté bien, es mi esposa. — lo miró. — Bayaceto tiene la orden de asesinarla, el sultan me lo confesó, va a matarla junto a mis hijos, los hijos de Mustafá y también matará a Abdullah, debo ir a su lado hermano, he rezado a Allah que ella esté bien, pero se que mi hermano ya debe estar afuera del palacio y se que no se tentará el corazón para cumplir la orden.