Capitulo 11

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- Mi hermosa Hasret. - Mehmed observaba a la rubia dormir, aun no había despertado de su desmayo, así que se había tumbado junto a ella solo para verla. - Mi pequeña sultana, se amable con tu madre, no la hagas cansarse demasiado.

- ¿De que hablas Mehmed? - susurró la joven, al fin despertando de su sueño.

- Mi amada flor, despertaste al fin. - el príncipe besó su frente. - Estuve tan preocupado por ti. Me has hecho tan feliz.

- ¿Feliz, porque? - preguntó dudosa, tratando de sentarse.

- Vamos a ser padres amor mio. - sonrió él. - Estas embarazada mi bella Hasret.

La joven sonrió entre lágrimas, mientras el príncipe tomaba su rostro y la besaba.

- Espera ¿como sabes que será una niña? - preguntó ella curiosa.

- Quiero que lo sea. - sonrió él. - Quiero que sea la sultana más bella del palacio, después de ti por supuesto.

- Te amo Mehmed. - sonrió.

- Te amo mi hermosa flor. - el besó sus labios, aprisionandola entre sus brazos. - Debo darle las buenas noticias a mi madre y al sultán.

El Şehzade tomó rápidamente tinta y papel, para comenzar a redactar la carta para su majestad, estaba verdaderamente feliz, era tanta su alegría que sentía que ahora mismo podría morir y no le importaría.

Pasaron el resto de la tarde juntos, hasta la hora de la cena, Mehmed estaba tan emocionado por la noticia que le había escrito a todos sus hermanos, si, incluso a Raziye, Mustafá y Neslihan, después de todo, con los tres mantenía una excelente relación o al menos eso aparentaban.

Mehmed tomó la mano de la rubia, llevándola a sus labios, para dejar un suave beso en ella.

- Mi hermosa flor, pideme lo que sea. - le sonrió. - Te daré el mundo entero si así lo quieres.

- Mi Mehmed, mi príncipe, lo tengo todo con tenerte a ti. - la joven lo besó dulcemente.

- Hasret, mi hermoso y adorable amor, no dudes jamas de lo mucho que te amo, sería capaz de todo por ver una bella sonrisa en tu rostro amor mio. - susurró feliz.

Ella sonrió a él asintiendo, estaba asustada de sus sentimientos, no de amarlo, sino de perderlo, de no lograr hacer algo para evitar su muerte, le aterraba saber que podría perderlo en cualquier momento, pues segun la historia, el habia muerto cerca de estas fechas.

- Solo promete que estarás a mi lado para siempre amor mio. - susurró ella.

- No habrá fuerza en el mundo que logre separarme de ti mi bello tesoro. - le dio una dulce sonrisa.

La noche había caído y con ella la celebración en el palacio había terminado, dejando así solamente el silencio que fue interrumpido por unos estruendosos gritos de una de las concubinas. Nurbahar estaba dando a luz.

Mehmed se movía ansioso por toda la habitación, los fuertes gritos de la mujer lo tenían extremadamente nervioso, pues si bien no la amaba, estaba agradecido con ella por traer a su hijo al mundo.

De pronto los gritos cesaron y un estruendoso llanto llenó la habitación, dando así la bienvenida a un nuevo miembro de la dinastía.

Las doctoras corrían desesperadas por los aposentos, Nurbahar se había desangrado al dar a luz a su segundo hijo y ella no habían podido hacer nada por la pobre mujer, quien miraba moribunda a sus dos hijos.

- Şehzade, lo lamento, la señorita Nurbahar no podrá salvarse. - la doctora explicó saliendo de la habitación.

- Explicate mujer. - exigió el.

- Perdió mucha sangre, no podemos hacer nada mas por ella. - la doctora lo miró con pena.

Mehmed compartió una mirada con Hasret, quien negaba con una pizca de tristeza, si bien ella y Nurbahar no se agradaban, tampoco le había deseado el destino que ahora sufría.

- Mi príncipe, he dado a luz a un precioso príncipe y a una sultana. - expresó la pobre mujer sin fuerzas.

- Nurbahar, no te esfuerces. - el príncipe besó su frente, dándole una calida sonrisa.

- Hasret. - la mujer miró a la rubia, quien se encontraba unos pasos atrás del joven príncipe. - Se que no te agrado, pero debes cuidar de mis hijos, debes protegerlos, ellos son inocentes, prometeme que vas a cuidarlos como si fueran tus hijos, es mi unica petición.

Nurbahar extendió la mano hacia ella, mientras la rubia se acercaba a tomarla.

- Te lo prometo, voy a cuidar de ambos como si fueran mis hijos, te juro que los protegeré con mi vida si es necesario. - sonrió amable, tratando de confortarla.

- No quiero que les hables de mi, quiero que tu seas su única madre, la única que conozcan. - el Şehzade asintió a ella.

La mujer dio una ultima mirada a sus hijos, para después sonreír con genuina felicidad, mientras daba su último suspiro, y así fue como Nurbahar Hatun, murió una desolada noche de primavera, al dar a luz al príncipe Osman y a la sultana Ayşe.

Mehmed tomó a la pequeña sultana en sus manos, mientras Hasret tomaba al principe, mirando a sus ojos selló la promesa, no habria nadie en el mundo que pudiera lastimarlos o sentirían la ira de Hasret caer sobre ellos.

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Hasret Sultan

Única esposa legítima del príncipe Mehmed hasta su muerte en el año 1543, madre del príncipe Mehmed, la sultana Ayşe y el príncipe Osman.


¡Gracias por leer!❤

En multimedia les dejé una foto de Nurbahar Hatun :) a quien despedimos en esta capitulo :')

Hasret ||•Şehzade Mehmed•||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora