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no lo atraparon. jaehyun intentó explicarse como un hombre joven y herido era más capaz que un grupo de agentes adultos con entrenamiento y experiencia, pero no logró encontrarle sentido.

¿lee donghyuck era así de bueno, o los agentes con quienes jaehyun trabajaba eran tan estúpidos y mediocres? quizá él debía hacer el trabajo por ellos también.

seguro no se lo permitirían si pedía permiso antes, así que sólo debía hacerlo a espaldas de todos. si donghyuck lo descubría y notaba que lo estaba siguiendo podía mentir y decir que sólo tenía curiosidad, o que quería convencerlo de tener un rapidín en el maldito bosque, o algo. lo peor que podría ocurrir era que donghyuck lo enviara de regreso al departamento.

jaehyun pasó la tarde en la piscina en compañía de seulgi. hablaron sobre donghyuck de nuevo, pero la información que le dio en esa ocasión no le servía de nada. donghyuck tampoco bajó con ellos.

cuando jaehyun regresó a su departamento se detuvo en la puerta de donghyuck, pensativo. luego golpeó la madera con sus nudillos, esperando.

lee donghyuck entreabrió la puerta, y lo primero que jaehyun notó es que estaba sintiendo dolor.

―hey. ―dijo jaehyun, sonriendo. ―no te vi en la piscina hoy. ―donghyuck asintió. ―¿puedo pasar?

―¿por qué? ―preguntó.

jaehyun se encogió de hombros.

―para... hablar, no sé. ―cuando donghyuck entrecerró sus ojos con sospecha, jaehyun se apresuró a suspender su mano derecha en el aire. ―juro que no trataré de llevarte a la cama bajo ninguna circunstancia mientras esté dentro. tampoco haré comentarios atrevidos.

donghyuck soltó un bufido y abrió la puerta totalmente.

―si esas son todas las condiciones, entra. me has convencido. ―dijo con sarcasmo.

jaehyun sonrió y entró observando todo a su alrededor con profesionalismo. había varios sitios sospechosos en los que donghyuck podría estar ocultando armas.

en diez segundos encontró al menos siete lugares que estaba bastante seguro contenían armas.

donghyuck se sentó en la cama con cuidado sosteniendo su costado y miró hacia jaehyun.

―¿de quién estás huyendo, seonwoo? ―preguntó.

jaehyun frunció el ceño. ―¿a qué te refieres?

―no eres como las personas de aquí. ―dijo donghyuck.

jaehyun caminó frente a donghyuck y se sentó cruzado de piernas, observándolo. ―no, yo soy especial. ―dijo sonriendo. ―siempre creí que era especial, gracias por confirmarlo. mi mamá me dice que deje de soñar, que soy tan ordinario como todos.

donghyuck rodó sus ojos con diversión. ―te presentas como si no tuvieras decencia, o como si no te importara nada, o no estuvieras tan estudiado, y te vistes en bermudas y camisas floreadas abotonadas y calzado de mal gusto y siempre tienes goma de mascar en tu boca y obviamente no estás trabajando por el momento.

―¿obviamente? ―preguntó jaehyun riendo nerviosamente. ―no sabes eso sobre mí.

donghyuck se inclinó y sostuvo las dos manos de jaehyun, después pasó su palma por las de jaehyun suavemente. jaehyun lo miró con terror, tratando de enmascararlo con curiosidad. lee donghyuck tenía sus manos sujetadas y podía atacarlo si quería.

―están suaves. ―comentó donghyuck.

―gracias. no entiendo cómo es que...

―la persona que estás tratando ser no tendría las manos suaves. ―dijo donghyuck cerrando sus ojos, interrumpiéndolo. estaba pálido y las orillas de sus ojos se veían irritadas. sus labios no tenían mucho color tampoco. ―¿de quién estás huyendo? ―repitió.

running is a victoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora