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siete meses después, jaehyun y donghyuck continuaban huyendo.

estaban acostumbrados a ello, en realidad, los estaban cazando como animales desde diferentes puntos.

sabían que jamás sentarían cabeza en una sola casa o departamento, o en una sola ciudad. lo máximo que habían durado en el mismo lugar habían sido cuatro semanas, y todo lo que habían tenido que hacer para reclamar su espacio había sido crear una matanza casi animal.

cuando jaehyun se había encontrado con donghyuck al final, ambos estaban bañados en sangre, heridos y llenos de adrenalina y miedo.

era complicado vivir así. y jaehyun aún no le decía nada sobre mark a donghyuck, no encontraba cómo hacerlo, si era honesto.

vivir con donghyuck le había enseñado que era alguien completamente comprensivo y cariñoso y cien por ciento entregado a su relación, pero también sabía que era explosivo y cuando algo lo hería emocionalmente, era el fin del mundo para él.

en una ocasión no le había hablado en una semana y no había dormido con él sólo porque jaehyun en camino a casa había llevado comida italiana en lugar de comida india como le había prometido.

habían tenido una discusión real a causa de eso, lo cual había dejado a jaehyun sin sueño durante días por lo ridículo que donghyuck podía llegar a ser, pero de nuevo, donghyuck constantemente estaba bajo bastante presión y nunca lo hacía notar hasta que simplemente explotaba, y las cosas que lo llevaban a ese estado a veces eran bastante estúpidas e insignificantes.

fuera como sea, jaehyun había aprendido a vivir con donghyuck. y lo amaba más que a nada en la vida, y no pensaba mucho en mark, pero cuando lo hacía no podía evitar sentirse como la peor basura existente.

en siete meses nunca habían tenido una casa tan agradable como la que tenían ahora. se habían mudado dos semanas atrás, y todo iba bien.

nadie había muerto, nadie había necesitado ser asesinado por actuar sospechoso hacia ellos.

sus vecinos eran aburridos y pretensiosos. los invitaban a cenar, a veces, los que querían dejarse ver como personas de mente abierta porque convivían con la pareja gay del suburbio.

una noche, donghyuck le había comentado que estaba nervioso porque había demasiados niños cerca. no quería tener que crear una escena con ellos alrededor, y jaehyun lo entendía.

los hijos de sus vecinos eran adorables y en general todos ellos parecían demasiado inocentes y demasiado buenos como para estar planeando una acción de traición.

de todos modos donghyuck le aconsejó no confiar en nadie, y jaehyun sabía que era lo más sensato, por más que necesitara a alguien con quien hablar y confesar todas las cosas terribles que había hecho y todas las verdades que le estaba ocultando a donghyuck, para que al menos hubiera testigos de lo arrepentido que se sentía, y de que era una buena persona, maldición. había matado por amor, estaba mintiendo para protegerlos a ambos.

no creía que fuera tan grave.

―¿qué piensas sobre los niños? ―preguntó donghyuck un día, casual. estaban afuera en el balcón, sentados, bebiendo cerveza y mirando a la distancia a los bae teniendo una discusión.

la señora bae, que en realidad era la segunda señora bae en dos años—y tenía apenas veintisiete años y lucía aún menor que eso—aparentemente estaba engañando al señor bae con su mejor amigo.

donghyuck incluso había sacado sus binoculares. siempre estaba preparado para el chisme. ambos sabían que habría discusión cuando el señor bae llegaba después de las 11pm. era ya casi como un ritual.

running is a victoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora