HOPPER

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Nos metimos de nuevo a mi coche y fuimos a buscar a Hopper, me explicaron que era el jefe de policía y que el año pasado había participado en la búsqueda de Will, el niño que se perdió en el mundo del revés. Me dieron dos direcciones, la de la comisaría y la de la casa del policía. Como primero pasaríamos por el pueblo decidí empezar por la comisaría, aparqué cerca de la entrada, Steve y Dustin se bajaron del coche y entraron dentro, yo me quedé en el volante para ir más rápido. Salieron pocos minutos después, sin Hopper. Se subieron de nuevo y me dijeron que el jefe no estaba allí, y que, por lo tanto, debíamos ir a buscarle a su casa. De nuevo en la carretera, me guiaron para saber por dónde seguir, y por el camino, vi a lo lejos una cabellera pelirroja junto con un chico. Aceleré el coche hasta que llegamos a donde ellos estaban, empecé a conducir al ritmo al que iban ellos, estaba claro que eran mi hermanastra y el chico que había en casa la otra noche.

—¡¿Qué haces aquí?! —le pregunté a Max—. ¿No deberías estar en casa comiendo? ¿Billy lo sabe?

—Billy se ha ido poco después de que lo trajeras y a mi madre le ha parecido bien. Eres tú la que no ha avisado.

—Da lo mismo —dije—. ¿A dónde vas?

Miró de golpe a su amigo, parecía que no quería explicarme a donde iban. De repente, Dustin bajó la ventanilla y los otros dos se quedaron sorprendidos de verle.

—¿Qué haces tú aquí? —le preguntó el amigo de Max.

—¿Se lo has contado a ella, Lucas? —cuestionó Dustin.

Entendí al momento de que se trataba, paré el coche de nuevo con un golpe seco y les obligué a entrar, en un primer momento ambos se negaron, pero les amenacé con que si no lo hacían habría consecuencias, por lo tanto, entraron al coche un poco asustados, sobre todo Lucas. Una vez todos dentro arranqué el Cámaro de nuevo.

—¿Dónde ibais? —pregunté de nuevo para salir de dudas.

—Estábamos buscando a Dart, la mascota de Dustin —contestó Lucas.

—¿El monstruo al que he matado? ¿Por qué mi hermana sabe que eso existe? —interrogué cabreada.

—¿Tú también lo sabes?

—¿Y por qué ella lo sabe? —saltó Lucas.

—¿Y por qué lo sabe Max? Se suponía que no se lo íbamos a contar —comentó Dustin.

—Tú se lo has contado a una desconocida.

—Necesitaba la ayuda de Steve y ella estaba con él.

—Yo me he negado en todo momento a contárselo —intervino Steve.

Siguieron con su absurda discusión, minutos después me di cuenta de que estaba conduciendo sin rumbo porque nadie me estaba dando indicaciones. Pegué un grito, de manera que todos callaron de golpe y les pedí que se calmasen y dejasen de discutir porque no íbamos a solucionar nada, sorprendentemente me hicieron caso y Steve siguió indicándome hacia donde ir. Bajamos todos del coche y me acerqué a mi hermanastra.

—En cuanto encontremos al poli te llevaré a casa —afirmé.

—¿Qué?, ni hablar.

—Claro que sí, no pienso dejar que estés aquí arriesgando tu vida.

—¿Y qué hay de ti? Tú también estás arriesgando tu vida.

—Yo tengo diecisiete años y si me pasa algo es cosa mía, si te pasa algo a ti nos la cargamos los demás, y no me da la gana de que por tu capricho de vivir una aventura acabes muriendo.

—No pienso volver a casa, me da igual lo que me digas, no eres mi hermana

La cogí del brazo y la obligué a mirarme.

—Después de esto, te llevo a casa, fin, de, la, discusión —finalicé la conversación y le solté el brazo.

Rodó los ojos y no dijo nada más, sabía que la cosa no terminaría ahí porque ella era demasiado testaruda y no volvería a casa por mucho que le dijese, pero lo intentaría con todas mis fuerzas. Mientras hablábamos, el resto estaban llamando a la puerta del policía, les pedí que se apartasen y pegué una patada a la puerta para así abrirla. Entré primero y el resto me siguió, entonces empezaron a gritar su nombre y a buscarle. La casa no estaba muy limpia ni recogida, parecía que allí no hubiese nadie desde hacía tiempo, una estantería estaba en el suelo, la televisión desenchufada y algunos platos rotos, entre otras cosas más.

—Bueno, como ya hemos comprobado, aquí no hay nadie —dije lo obvio—. ¿Qué hacemos ahora?

De repente se escuchó una voz desde la mochila de Lucas, la abrió con rapidez, cogió un walkie-talkie y abrió su antena, la voz que se escuchaba resultaba ser de uno de sus amigos.

STRANGER THINGS 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora