PARTE III

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Jimin se encontraba en su cama junto a sus cachorros, mientras observaba cómo su alfa guardaba sus pertenencias en una maleta.

Durante los siguientes días, su alfa se había encargado de todo lo relacionado a su viaje: había declinado la propuesta laboral de la esposa de su jefe para Jimin, le había anunciado a su jefe su renuncia y había salido a comprar cosas que necesitarían, así como una gran bolsa de pañales y zapatos nuevos para Jungmin, el cual chilló de la emoción cuando se dio cuenta de que sus zapatillas brillaban al pisar. También había comprado algunas cosas para los demás cachorros como polos y pantalones, y para Jimin, por primera vez desde que se conocían, le había traído un suéter abrigador que al omega le encantó aunque no pudiera expresarlo muy bien porque se encontraba muy avergonzado.

-Mañana sale nuestro bus... vamos a tener que levantarnos muy temprano para cogerlo, porque compré el boleto de las 8 de la mañana.-Anunció el alfa.

Jimin asintió. Estaba recostado en la cama con su cachorrita durmiendo sobre su pecho tras haber sido alimentada y Eunsoo a lado con la naricita hundida en el cuello de su madre. Esa mañana se había levantado un poco adolorido y más cansado de lo normal. Le dolía todo el cuerpo y tenía mucho sueño.

-Appa... ¿A dónde vamos?-Preguntó Jungmin dejando de jugar con sus muñecos de superhéroes y acercándose a donde su padre con curiosidad.

-Nos vamos a vivir a casa de tus abuelos.-Le respondió el alfa cerrando la maleta.-A Busan.

-¿Busan?-Repitió el pequeño bebé inflando los mofletes.-¿Qué es?

-Es la ciudad donde tu padre nació.-Contestó el alfa colocándose de pie.-Ahora, será mejor que duerman temprano, porque mañana vamos a madrugar y tu madre está enfermo, así que tendrás que ayudarme con tus hermanos.

El bebé había volteado a donde su mamá con ojos muy abiertos.

-¿Omma estás malito?

-No, cariño.-Jimin le había sonreído débilmente.-Solo estoy cansado. pero ya se me va a pasar, lo prometo.

Siempre le pasaba. De repente un día después de dar a luz se sentía de lo peor. Era un bajón que lo desestabilizaba. Su omega se sentía exhausto y no podía mantenerse mucho tiempo de pie o despierto cayendo bajo un sueño profundo cada tanto. Ahora, al menos, podía controlarlo mejor, pero cuando era más pequeño se abrumaba mucho y terminaba lloriqueando al final del día. Además en esa época ni siquiera tenía a Jungmin para que lo ayudara con sus hermanitos, sino era él y bebés muy pequeñitos que dependían de él y a los cuales no podía cuidar, porque estaba exhausto, porque tenía mucho dolor.

"Es normal... le suele pasar a casi todos los omegas luego de dar a luz... es que su omega quiere descansar luego de tremendo esfuerzo de traer una vida al mundo... deberías de hacerle caso a tu cuerpo y dormir todo el día, pequeño." Le había dicho un día el médico que lo revisaba mientras le sonreía amablemente. Jimin había asentido no muy convencido. ¿Cómo descansar si prácticamente era madre soltero? Tenía a un bebé de unos cuantos meses y a otro en su vientre. Tenía que trabajar cada día para ellos. No podía ni debía descansar.

Luego de esa consulta, había tenido que ir al mercado a trabajar ayudando a pelar verduras. Una dulce anciana lo ayudaba como podía invitándole el almuerzo y entregándole unas cuantas monedas en recompensa. Además la ancianita era buena con sus cachorritos y le dejaba tenerlos con él mientras trabajaba. En esa época, Jimin estaba recién aprendiendo lo que era ser mamá. Había tenido suerte de que Jungmin era un niño tranquilo y no le causaba mayores problemas, pero eso cambió cuando llegó Jiwhan. el cual era todo lo contrario a su hermano llorando por leche y atención a cada tanto y llevando al límite a su pequeña mamá.

Es muy tarde (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora