"¡Omma!"
El pequeño omega levantó la vista y sonrió cuando su bebé de mejillas sonrosadas y regordetas corrió hacia él y se abalanzó en su encima riendo torpemente cuando su frentecita chocó con el vientre de su madre. El bebé frunció el ceño y llevó un dedito a la pancita presionando curiosamente.
"No molestes a tu hermanito, Jungmin-ah!" Le advirtió su madre con esa voz dulce que siempre usaba con él."Anda, está durmiendo."
El bebé pestañeó repetidas veces antes de asentir y bostezar cansado. Había estado jugando por un buen rato en los juegos del parque. Su omma lo había traído como premio luego de haberse portado bien mientras su pequeña mamá trabajaba en el mercado ayudando a pelar verduras y vender hierbas para la elaboración de refrescos calientes.
"¿Appa?"
Su mamá había fruncido esa naricita de botón y había soltado un suspiro.
"De seguro está en casa..." había dicho pareciendo ensimismado. "Yo... no quiero ir a casa aún..." había agregado mientras sus ojitos empezaban a llenársele de lágrimas.
Al bebé no le gustaba ver a su mamá llorar. Su mamita siempre lloraba cuando se trataba de su papá, ¿por qué? Si lloraba le haría mal a su hermanito y él como hermano mayor no podía permitir eso. Así que no se le ocurrió mejor idea que pasar su naricita por el vientre hinchadito de su mamá tratando de dejar su aroma para, según el pequeño Jungmin, tranquilizarlo. Es lo que hacía mamá cuando a él le dolía algo o cuando estaba asustado.
"¿Estás tratando de bañar en tu aroma a Jiwha?" Había reído encantado Jimin. "¿Seguro que no eres un alfa viejo sabelotodo?"
Luego de eso, mamá le había limpiado las manitas y lo había llevado a casa. En el camino, su mamá le había comprado una manzana acaramelada en recompensa por ser un buen hermanito mayor. Una vez en su casita, su mamá lo había bañado y le había dado su leche. Mamá tenía la leche más dulce y siempre que bebía de su pecho se sentía adormecido. Así que no supo cuándo pero siendo arrullado por la bonita voz de su mamá se quedó dormido y no despertó sino hasta que escuchó unos gritos y un llanto.
Él conocía ese llanto.
"¡Mierda deja de joder, luna!"
"Es que... necesito dinero para la consulta... por favor... si tuviera no te pediría..."
"¿Y para qué mierda trabajas?"
"Por favor... el doctor me dijo que necesito esos exámenes pero que no me los pueden regalar...alfa... alfa... ¡ay!"
Luego de eso, Jungmin hizo lo que su mamá le había enseñado: cubrirse las orejitas e imaginar que corría en un campo hecho lobito. Un tiempo después se escuchó un portazo y luego sintió a su mamá recostarse a su lado y atraerlo a su pecho mientras lloraba.
Mientras mamá preparaba unos adornitos para vender en el mercado, Jungmin se percató de que se había echado un poco de polvo de hada en una de las mejillas. Algo que no comprendía el pequeño bebé era que si las hadas eran tan bonitas como decía mamá, ¿por qué su polvo era tan feo? Eso era algo que pensaba el pequeño Jungmin mientras jugaba con un muñequito de trapo que le había regalado la ancianita que ayudaba a su mamá.
Un tiempo después, mamá ya no estaba gordito pero tenía un bulto en los brazos envuelto en una mantita bonita color azul cielo con caricaturas de nubecitas. Su mamá lucía cansado pero su sonrisa era enorme mientras le enseñaba a quien era su hermanito. Se trataba de un cachorrito muy parecido a mamá. Era muy chiquito y dormía mucho. Además, lloraba demasiado y mamá siempre tenía que estar llevándolo en brazos, cantándole, meciéndolo o amamantándolo. Ese bebé era muy caprichoso. A Jungmin no le gustaba mucho porque hacía a su mamá cansarse mucho y además mamá ya no lo amamantaba tan seguido porque ahora toda la leche era para el nuevo bebé. Así que Jungmin decidió que ya no quería un hermanito y durante un mes se trató de alejar lo más posible de ese bebé. Cuando su mamá se lo enseñaba, apartaba la mirada; cuando su mamá le decía que jugaran los tres, Jungmin se iba a donde su papá y le pedía a este que lo cargara. Pronto se dio cuenta que eso entristecía a su mamita y él no quería ver a su mamá triste. Así que empezó a aceptar al bebé aunque no dejó de competir por la atención de su mamá casi por igual. Ah, pero luego de un tiempo su mamá le vino con el cuento de que tendrían un nuevo hermanito que deberían de cuidar juntos y entonces el que se llevó la peor parte fue Jiwha porque dejó de ser el engreído. Jungmin, por su parte, ya había aprendido lo que era ser el hermano mayor.
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Es muy tarde (KOOKMIN)
FanficLuego de haber sido regalado por su padre por haber nacido omega, Jimin termina siendo emparejado a la fuerza con un alfa del que no sabe nada. Una marca en su cuello y sus cachorros lo obligan a permanecer por siempre a su lado. ¿Podrá alguna vez...