Es muy tarde (KOOKMIN)

Parte VII

Jimin no pudo evitar abrir la boca sorprendido cuando el auto se adentró en una gran casa con jardines verdes que más que casa, realmente, parecía un castillo. El lugar era precioso, lleno de rosas y con una pileta en el centro que tenía talladas esculturas de piedra. Él nunca había estado siquiera cerca de un lugar así, así que todo le parecía de un cuento de hadas y no podía entender la indiferencia con la que el alfa miraba todo a su alrededor. ¿No estaba sorprendido, acaso?

-¡Omma!-Chilló Eunwoo señalando la pileta que emitía agua cristalina.

-Sí, bebé... es preciosa...-contestó el omega observando anonadado a través de su ventana.-¿Qué haremos aquí?-Se animó a preguntar a su alfa, el cual detuvo el auto en frente de un gran portón.

-Ya te lo dije, es la casa de mis padres.-Contestó abriendo la puerta.-Yo me crié aquí.-Agregó descendiendo del vehículo.

El pequeño omega rubio se quedó estupefacto, ¿su alfa había crecido en ese lugar hermoso? Pero... si tenía tanto dinero, ¿por qué habían vivido en la pobreza por tanto tiempo? Jimin no conocía de lujos, pero le hubiese gustado que sus hijos gozaran de tales privilegios desde siempre si eran los hijos de un hombre con tanto dinero como al parecer lo era Jungkook. Antes de que pudiera seguir sobrepensando, alguien abrió su puerta y lo tomó del brazo jaloneándolo para que bajara.

Una vez que el alfa lo tuvo afuera junto a él, lo tomó de ambos hombros y lo analizó de pies a cabeza. Jimin era menudo y pequeño, pero lucía precioso con ese atuendo rosa, el cual resaltaba sus curvas y la línea deliciosa de su trasero respingado. Además, tenía algo de maquillaje en el rostro lo que lo hacía ver angelical.

-¿Has pensando en teñirte el pelo de negro?-Preguntó el alfa pensativo.-Se me acaba de venir a la mente y no te quedaría nada mal.-Lo tomó del mentón inspeccionándolo.-Contrastaría con tu piel de porcelana.

Jimin no respondió. Él no entendía de esas cosas. Ni siquiera entendió del todo por qué Taehyung lo sentó frente a él y le colocó unas cosas sobre la cara. Se sentía extraño.

-Le diré a Taehyung que quiero que te pinte el cabello negro para la boda, ¿va?

-No... mi mamá... ella decía que esas cosas son malas porque no las crea la madre luna...-soltó con un hilillo de voz.-Que... le puede hacer daño a mi cachorrita por mi leche...

El alfa entonces estalló en carcajadas.

-Ay, luna... me encanta que seas tan tonto.-Dijo divertido soltandolo.-Me compadezco del maestro que se encargará de enseñarte a leer y escribir, no le hagas pasar un mal rato, ¿está bien?

Jimin quiso preguntar a qué se refería pero entonces el alfa abrió la puerta trasera del auto y empezó a bajar a los cachorros.

Jimin se quedó observándolo en silencio. Una vez que el chico tuvo a los niños con él y Jimin a Jinah, echó a andar hacia el gran portón de la casa. Antes de que siquiera lo tocase, este se abrió y apareció una mujer de melena oscura y piel casi fantasmal. Esta vestía una blusa ancha y pantalones negros. Lucía débil. La mujer sonrió enormemente de repente y abrazó a su alfa con fuerza.

-Mi cachorro...-Jimin la escuchó decir entre sollozos.-Mi niño...¿por qué te fuiste...por qué?-le preguntó tomándolo de las mejillas y mirándolo directamente a los ojos.-Tú...

Antes de que continuara hablando, la mujer se percató de que su hijo no había correspondido a su abrazo y la razón era porque llevaba en un brazo a un cachorrito que miraba todo con los ojos muy abiertos.

-Luna...-susurró la mujer antes de posar su mirada en Jimin, el cual traía a Jinah en brazos y tenía a sus otros bebés rodeándolo.-Luna... Jungkook-ah...